La visita del próximo domingo (20.30 horas) del Real Madrid a El Molinón no ha pasado desapercibida para nadie. Más bien ha desatado una dosis de locura en las cercanías del estadio gijonés. El nuevo proyecto de Rafael Benítez que se estrenará en partido oficial en Gijón y el ver de cerca al portugués Cristiano Ronaldo y compañía, han levantado una gran expectación no solo en Gijón y Asturias, sino también fuera de la provincia. El conjunto blanco cuenta con el "boom" de ser una gran atracción para miles de aficionados, por lo que El Molinón se convertirá este fin de semana en el epicentro del fútbol mundial. Y, muchos, algo más de un millar de aficionados, hicieron cola para vivir desde la grada uno de esos partidos que quedan marcados en la memoria. No importan las horas de espera, si se obtiene la recompensa deseada.

Buena cuenta de ello puede dar Severino Francos. Desde que se situó a la vera de las oficinas de El Molinón para hacerse con cuatro localidades, su reloj vio como dejaba atrás diecinueve largas horas de espera. Este aficionado del Real Madrid se acercó a las 15 horas del domingo procedente de L'Entregu. Todo con un fin: ver al Real Madrid. Una espera que dio sus frutos, aunque para ello no se permitió un pestañeo para no perder su privilegiada posición. "La noche fue algo complicada, pero a medida que llegaba la gente se hizo más amena y al final lo pasamos genial", comenta Kevin, que ilusionado afrontará los noventa minutos del Sporting-Real Madrid. Además, este seguidor comenta que "será la primera vez que acudo a un estadio y hacerlo en un campo como El Molinón, es perfecto". La elección no podía ser más acertada al vivir un Sporting-Real Madrid.

Las taquillas hicieron su apertura a las 10 horas. En ese momento, la extensa cola -de unas 1.200 personas- rodeaba buena parte de El Molinón, situándose el final de la larga fila de aficionados a la altura de la puerta 8, en la Grada Este. A medida que transcurrían los minutos, los nervios se incrementaban para saber si habría entradas suficientes para cubrir tan extensa demanda. Finalmente, nadie quedó relegado.

Entre la larga cola, se atisbaba alguna elástica rojiblanca como la de María Puente, que desde las 00.30 horas esperó para hacerse con cuatro localidades. La espera la amenizó con alguna cabezada para dormir en el coche. "Vengo para ver a ambos, aunque prefiero que gane el Sporting, que se lo merece", comenta la seguidora rojiblanca.