Un año redondo termina de la mejor manera para todos los sportinguistas que leen LA NUEVA ESPAÑA. El año que ahora se cierra, 2015, ha sido mágico para el fútbol asturiano y, en particular, para el Sporting. Uno de los grandes responsables es Abelardo, autor del milagro rojiblanco. Con un puñado de guajes, el Pitu logró un éxito inesperado y se ha convertido en el gran salvador del club. El Abelardismo se ha consagrado la gran religión de los sportinguistas y su equipo, el de los guajes, será recordando por el enorme éxito que supuso su ascenso, por haber sumado 82 puntos, por haber perdido sólo dos partidos de los 42 que disputaron en la maratoniana segunda división, por haber recibido sólo 27 goles, por su récord de partidos invictos (21) en el arranque de la competición y, quizá lo más importante de todo, por haber devuelto la ilusión a una afición maltratada en los últimos tiempos.

Ya en Primera, el Sporting ha seguido creciendo. Ha competido de tú a tú con equipos de primer orden mundial como el Real Madrid, con el que logró un valioso empate, y se ha mantenido durante lo que va de temporada fuera de los puestos de descenso. Abelardo celebra con los lectores de LA NUEVA ESPAÑA este gran año, les felicita las fiestas y les desea otro de éxitos y felicidad en 2016.