"Estoy cerca de aquí, y quise venir a visitarles". Gregory salió ayer a las siete de la mañana de Lisboa, donde tiene fijada su residencia, para llegar al hotel de concentración del Sporting antes de que el equipo saliera a realizar un paseo matinal. El exrojiblanco mantiene contacto con muchos de los futbolistas con los que compartió vestuario y también con Abelardo, con el que coincidió cuando el Pitu ejerció de segundo de Clemente. "Me alegro mucho por ver a la gente que me hizo feliz en el fútbol. Soy sportinguista, hasta la muerte. Llevaré a este club en mi corazón toda mi vida", señaló antes de reunirse con el entrenador del Sporting e Iñaki Tejada. Y es que el parisino se dedica ahora a labores de intermediación junto a su representante de los últimos años.

El popular cántico "sí, sí, sí, Gregory", con el que el francés era conocido en El Molinón, ejerció como saludo entre los futbolistas del Sporting y el exrojiblanco. El que fuera defensa del conjunto gijonés, que acudió durante la tarde al partido ante el Río Ave y estuvo acompañado por su mujer y dos hijos, avala la llegada de Fernando Amorebieta. "Es muy buen fichaje. El club ha hecho un gran operación, va a ayudar mucho a los chavales", afirmó. En todo caso, el galo siente predilección por otro de los zaqueros rojiblanco. "Meré es el presente y el futuro del Sporting. No habrá problema con los centrales, a pesar de que se han ido dos pedazos de jugadores como Luis y Bernardo", subrayó. Gregory, que disputó los últimos dos años la Superliga de la India, se sometió en enero a una nueva intervención de rodilla que, a sus 35 años, le ha dejado pocas opciones para seguir dedicándose al fútbol, aunque todavía se niega a decir que ha colgado las botas. Mientras, continuará apoyando al Sporting y sueña con volver a ver un partido en El Molinón, donde no ha regresado desde su marcha.