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Fondo Norte

Comienza una Liga con diecisiete finales

Ya no le valen disculpas a un Sporting incapaz no ya de ganar sino de empatar partidos

La situación del Sporting, incapaz no ya de ganar partidos sino ni siquiera de empatarlos, provoca que a partir de mañana se disponga a jugar una Liga de diecisiete finales. La primera, claro, en Butarque. Diecisiete finales entre las que se encuentran partidos ante Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y demás acompañantes. Las circunstancias impiden acudir a la socorrida disculpa de que tal partido no es de nuestra Liga, como si fuera la china, en cuya Segunda División va a jugar el objetivo rojiblanco para el mes de enero pasado.

El equipo de Rubi, damas y caballeros, señoras y señores diputados, juega mañana el partido de las vidas de cada protagonista, aunque lo mismo se lleva diciendo desde hace meses cuando aún no se creía que la actual crisis llegara a las profundidades a las que ha llegado. Parece claro que el partido de mañana marca la gran frontera, la que señala si queda alguna esperanza de salvación o si ya no queda margen para la remontada que el amplio mundo rojiblanco espera.

El Sporting juega mañana en Butarque el partido número veintidós de la presente campaña; le quedan por tanto diecisiete hasta completar el tope liguero, que en Primera está en los treinta y ocho. A la vista de las puntuaciones, de los puntajes que diría el argentino, se supone que en esta temporada no habrá falta llegar a los cuarenta puntos para asegurar la salvación. Pongamos que sean necesarios treinta y cinco. Con trece que suman, los rojiblancos tendrán que sumar veintidós, que habrán de salir de siete victorias y un empate o de otras combinaciones de triunfos e igualadas.

La Liga, pues, comienza mañana para un Sporting que lleva meses empeñado en pasar página, en cambiar la mala dinámica y en tantos propósitos de enmienda que no han aparecido. Las dudas son grandes y son muchos, ojo, los abonados que ya han decidido dejar de acudir al Anfield del Piles hasta que lleguen mejores días. "Uno va al campo a divertirse y a disfrutar; para ver lo que se ve, mejor me quedo en casa", dice un ilustre letrado gijonés con número bajo de carné rojiblanco. Y como él, tantos. No salen gratis tantas derrotas.

En la espera del inicio de la remontada, hay algunos aspectos más que sirven para divertir al pueblo fiel. El culebrón de la sede de la final de la Copa del Rey se desinfla porque ya todo el mundo se ha dado cuenta de que el empeño azulgrana en jugar en el Bernabéu madridista es sólo un motivo para tocar las narices a los blancos, cuya directiva anunció hace ya tiempo el inicio de las obras de remodelación del estadio para el día siguiente del final de la Liga. La historieta de la sede ya no da para más, como no da la de la venida de De Gea al Real Madrid pese a las actuales dudas que despierta Keylor Navas, que no es el mismo después de la lesión que sufrió hace meses.

Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿ya tiene negociada el club la prima por la permanencia con la plantilla o, a la vista de las circunstancias, las conversaciones se han aplazado sine die? Un dato revelador de la atmósfera. Próxima parada, por orden superior, Capuchinos.

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