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Una promesa que se convirtió en problema

Una promesa que se convirtió en problema

Dani Ndi cumple un año de ostracismo y no responde a las expectativas que había generado

Cuando estaba llamado a convertirse en un futbolista importante del Sporting, Daniel Arnaud Ndi (18-8-95, Duala, Camerún) escogió ser un problema. El atacante camerunés sorprendió en su irrupción en el primer equipo de la mano de Abelardo, su gran valedor en el Sporting, hasta que en Ndi hizo añicos su confianza. Los problemas extradeportivos y las continuas lesiones condenaron a este león indomable al ostracismo. El camerunés ha pasado de puntillas por la temporada del descenso rojiblanco. En realidad, ha desaprovechado la oportunidad de mostrarse al mundo en los dos años que el Sporting pasó en Primera División.

Dani Ndi siempre ha sido un joven con más condiciones naturales que buena cabeza para aprovecharlas. Tampoco le ha ayudado nada el entorno del que se ha rodeado y ha desoído sistemáticamente los buenos consejos de quien le ha querido ayudar. Con un año más de contrato por delante, parece claro que Dani Ndi va a ser de nuevo un problema este verano. El Sporting intentará negociar una salida, pero el futbolista ya no tiene cartel en España. Sus opciones pasan por volver a empezar en el extranjero.

Si el futbolista camerunés está hoy en el Sporting es, en gran medida, por el empeño personal de Abelardo. Cuando el Pitu dirigía al filial, en su primera etapa, ya hablaba maravillas de un chico africano con unas condiciones increíbles y que podía jugar prácticamente de todo. Dani Ndi pertenecía entonces al Sporting, pero no podía jugar en sus categorías inferiores y fue cedido al Llano 2000 de Regional Preferente, donde completó un gran año.

En cuanto pudo, Abelardo lo repescó para el filial rojiblanco, donde creció, como muchos de sus compañeros, bajo el ala protectora del Pitu. Abelardo no se olvidó de él cuando llegó al primer equipo y en seguida le dio campo. Dani Ndi impresionó en el exigente fútbol de Segunda por su potencia física y sus cualidades para retener el balón. Fue una pieza importante en el ascenso de los guajes, hasta que los cantos de sirena desviaron el rumbo del futbolista.

Dani Ndi entró por sorpresa en algunas convocatorias de la selección de Camerún y fue en una concentración con su país cuando dio la espantada y se negó a regresar exigiendo una salida que no vino acompañada de oferta alguna de ningún club. Cuando regresó y se enfrentó a sus compañeros y al entrenador que había confiado en él, afloraron todas las miserias. Ndi fue castigado y apartado del equipo hasta que se ganó el perdón, pero aquel futbolista prometedor nunca regresó al Sporting.

Esta temporada la comenzó lesionado. Reapareció en la jornada sexta, en la que tuvo unos minutos ante el Barcelona y, una semana después, fue titular por sorpresa en Riazor, cuando era evidente que no estaba en condiciones de jugar ese partido. Fue el único encuentro en toda la campaña que Dani Ndi comenzó como titular. Abelardo le dio otros veinte minutos ante el Sevilla y se olvidó de él.

La llegada de Rubi mejoró levemente la situación del camerunés, que empezó como un descarte claro, pero consiguió entrar en algunas convocatorias y disputar algunos minutos más (acabó el año con 149 repartidos en seis encuentros). Rubi se desencantó pronto de un futbolista cuya aportación fue intrascendente y Dani Ndi cayó de nuevo en el cajón del olvido, confirmado como un descarte recurrente.

Las perspectivas no son buenas para este futbolista. Al menos no en el Sporting, donde la grada no le perdona su desprecio al club que le abrió las puertas del fútbol profesional. Dani Ndi tampoco se encuentra cómodo en el Sporting, siempre ha tenido la aspiración de alcanzar cotas mayores sin entender nunca que eso hay que ganárselo aquí.

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