Paco Herrera cumplió ayer con una tradición que se mantiene desde hace años en el Sporting y con una costumbre que tiene el propio técnico. El entrenador rojiblanco invitó ayer a una comida a toda la plantilla, el cuerpo técnico y los auxiliares. El ágape tuvo lugar en La Salgar y sirvió también de convivencia para que todos cerraran filas con vistas a mantener el listón alto esta temporada. Queda pendiente también, como marca la tradición del club, que los nuevos jugadores del equipo inviten a sus compañeros a otra comida. El Sporting cierra filas así en torno al liderato del equipo en estas primeras seis jornadas de temporada. Tanto Herrera como los futbolistas son conscientes de que existe un amplio margen de mejora en el juego del equipo, pero desde todos los estamentos del club se señala la importancia de sacar adelante los resultados en los días menos brillantes.

La seguridad defensiva es la piedra angular de este Sporting, que ha logrado mantener su portería a cero en cuatro de los seis encuentros de Liga. Paco Herrera escogió celebrar esta comida en una semana que puede marcar la suerte del equipo, cuando el Sporting es líder, a pesar de recibir algunos pitos, y visita uno de los campos más complicados de la Segunda División. Osasuna es reconocido como un rival directo.