Fue la novedad de los entrenamientos en el inicio de semana. Carlos Cordero se convertía en el enésimo de los guajes del filial a los que Rubén Baraja llamaba para completar un entrenamiento del primer equipo. Su presencia se justificaba por los problemas físicos de Roberto Canella y parecía que se trataba sólo de ver de cerca a otro guaje y de completar los entrenamientos. Antes que él había estado Berto Espeso, otro de los buenos laterales izquierdo del filial. Algo vio Baraja para que Carlos Cordero siguiera entrenando toda la semana con los mayores y la sorpresa fue mayúscula cuando su nombre apareció en la lista de dieciocho convocados, en la que no entraron varios defensas del primer equipo.

Al que no cogió de sorpresa la noticia fue a José Alberto López, el entrenador del Sporting B, el gran valedor del futbolista desde su llegada al club en el verano de 2016 procedente del conjunto pacense de Tercera División Fuente de Cantos. El defensa firmó por tres temporadas, por lo que le resta un año más de contrato.

Carlos Cordero Pérez nació en Almendralejo el 26 de septiembre de 1996 (21 años) y su crecimiento ha sido ascendente desde su llegada al Sporting. Se trata de un futbolista zurdo, que se desenvuelve con soltura en las posiciones de lateral izquierdo y de central zurdo.

Su gran explosión se produjo esta temporada en Segunda B. La lesión de Ramón dejó expedito el lateral izquierdo y Carlos Cordero aprovechó su oportunidad para mostrarse como un sólido proyecto de futbolista. Esta tarde estará en el banquillo de El Molinón.