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El Bisturí

El Sporting, sin milagro, sin corazón, sin cabeza y sin estrategia

En el día en el que Baraja revolucionó los laterales, el equipo nunca dio la sensación de poder remontar

Barba controla el balón ante Hervías. J. J.

El partido ayer para el Sporting fue el día "light", el día sin sal, sin azúcar, sin picante... El día en el que no hubo milagro, el día en el que el corazón no ganó a la cabeza (ni viceversa), el día en el que la revolución Baraja en el once se quedó en anécdota... El día, el día... El día en el que el Sporting certificó que no habrá ascenso y que toca irse a unas vacaciones de Segunda. Baraja buscó un revulsivo dejando en el banco a sus dos laterales: Calavera (muy irregular en las últimas semanas) y Canella (el capitán no comía suplencia desde la jornada 22) y dando entrada a Lora e Isma López. La "rivolta" del Pipo ni funcionó ni gustó a algunos inquilinos de la planta noble. Pero hay contrato.

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