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"Ojalá gane el derbi el Sporting con dos goles de Pablo Pérez"

"Baraja tiene la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa, a nivel anímico y como entrenador"

Abelardo da instrucciones a sus jugadores durante un partido del Alavés. J. R.

Ha ostentado el liderato y alcanzado ya casi el primer tercio de Liga situando al Alavés cuarto en Primera División junto a Jony, aliado en Gijón y reclutado, de nuevo, en Vitoria. Abelardo Fernández Antuña (Gijón, 19-4-1970) disfruta de la que está siendo su mejor etapa como entrenador sin perder de vista al Sporting. El parón en la máxima categoría por las citas internacionales le permitirá seguir el derbi asturiano con más detalle, si cabe. Ve a los dos equipos heridos, pero va "a cañón" con el Sporting.

- Enhorabuena por el gran inicio de temporada con el Alavés ¿Está siendo mejor que el gran final de la pasada campaña?

-Mucho mejor. No esperábamos llevar 23 puntos a estas alturas. Es extraordinario, pero todos sabemos que el objetivo es seguir la próxima temporada en Primera. La filosofía es competir cada partido. Lo estamos haciendo y hay que mantenerlo.

- ¿Sufre mucho con el Sporting?

-Mucho, siempre, como cualquier aficionado. Da igual que vaya mal, bien o regular. El año pasado ya sufrí. La segunda vuelta fue muy buena, pero el equipo igual llegó un pelín cansado al final. Esta temporada he visto la mayoría de los partidos.

- ¿Y dónde verá el derbi?

-En casa, en Gijón (en Vitoria sigue viviendo en un hotel). Si fuera en El Molinón iría al campo, pero siendo en el Tartiere, no. Estaré más tranquilo en el sofá, con mi hijo.

- Desde su etapa al frente del Sporting B sigue siendo el último entrenador rojiblanco que ha ganado al Oviedo.

-Fueron tres victorias en El Molinón: 1-0, con gol de Carlinos (2009-10); 4-1, con los cuatro goles de Guerrero (2012-13) y 2-1, con goles de Pablo Pérez y Juan Mera (2013-14). Y un triunfo en el Tartiere: 1-4, en un partido fantástico (2013-14). He tenido la suerte de vivir los derbis también como jugador, en Primera División. Son partidos preciosos de jugar.

- ¿Cómo será el del sábado?

-Es un derbi raro, en el sentido de que los dos equipos no están ahora en su mejor momento. En todo caso, en este tipo de partidos da igual ese factor. El año pasado, cuando el Sporting perdió en el Tartiere, se quedó a unos cuantos puntos del Oviedo y al final se metió en promoción y ellos no. Va a ser muy igualado. Los dos están muy parejos. Se decidirá, como la mayoría de los derbis, por detalles. Espero que esos detalles sean a favor del Sporting.

- Dígame un resultado.

-Pues diría 1-2. Ojalá gane el Sporting. Me gustaría que los dos goles fueran de Pablo Pérez.

- Póngase en la situación en la que se encuentra Baraja. ¿Cómo se sentiría?

-Imagino que estará abstraído de lo que suceda a su alrededor. Me refiero en cuanto a medios de comunicación, comentarios... Estará centrado en el trabajo y en preparar el partido lo mejor que sabe. El año pasado lo hizo muy bien y esta temporada no se le ha olvidado. Los resultados no le están acompañando, pero el sábado tiene un partido importante para pegar un golpe sobre la mesa, tanto a nivel anímico como a nivel de entrenador.

- ¿Cuál es el secreto de su éxito en Vitoria?

-Hay un gran vestuario. Tengo una plantilla muy comprometida y seis jugadores importantísimos: Pacheco, Manu, Laguardia, Pina, Rodri Ely e Ibai. Son futbolistas fundamentales. Contagian. Van todos los días al gimnasio, hacen el trabajo regenerativo? Empujan y ayudan a los jóvenes, e incluso me ayudaron a mí cuando llegué. Por mucho que un entrenador trate de imponer sus ideas, si no tienes un buen vestuario no va a funcionar. A eso hay que sumar que la afición me ha acogido de maravilla, el club tiene muy claro lo que quiere y me he encontrado un campo muy parecido a El Molinón: empuja muchísimo.

- ¿En qué ha cambiado usted?

-Creo que soy mucho mejor entrenador. En Vitoria me he encontrado con más medios. En mi etapa en Gijón éramos cuatro personas (cuerpo técnico) y en el Alavés tengo a siete personas conmigo. Dos segundos entrenadores, uno de ellos Iñaki (Tejada); entrenador de porteros; dos preparadores físicos y dos analistas que estudian a los rivales. Me hacen la vida más fácil como entrenador. Además, he contratado, a nivel personal, a un coach, Joseba (del Carmen), que el año pasado estuvo en el club. Me reúno con él cada semana. A nivel táctico y psicológico he mejorado mucho.

- Ponga un ejemplo de esa evolución.

-Noto que afronto todas las tareas con una mayor tranquilidad que en el Sporting. En Gijón tenía mucha presión.

- ¿Con Jony se vive mejor?

-Está haciendo una grandísima temporada. Me alegro mucho por él. Conmigo siempre ha tenido un rendimiento sobresaliente. En el Málaga sufrió mucho porque no jugaba. El año pasado, en el Sporting, volvió a ser el de antes. A final de temporada, Sergio Fernández, director deportivo del Alavés, es quien me habla del interés en contratarle, sin yo haberle dicho nada. Si el Sporting hubiera ascendido, Jony seguiría en Gijón.

- ¿Es la actual una versión mejorada del Jony del Sporting?

-Sí. Está a un nivel más alto. Ha madurado y está en la mejor edad de un futbolista: 27 años. Sigue con la misma velocidad y descaro, y ha ganado en el juego colectivo. Antes perdía muchos más balones. La mala experiencia en el Málaga también le ha hecho crecer. En Mendizorroza encanta ver jugadores como Jony. Ha enganchado muy bien en la afición.

- Este fin de semana estará también pendiente de la España de Luis Enrique.

-Todos estamos disfrutando con esta selección española. Tras la marcha de Lopetegui, Luis Enrique es el mejor entrenador que podía tener España. Sin duda. Hay muy pocos entrenadores españoles mejores que él. Metería a Guardiola y a Marcelino. Para mí, los tres mejores. Han hecho grandísimos partidos. Va a hacer una gran labor, estoy convencido.

- ¿Volverá Abelardo a entrenar al Sporting?

-No lo sé. No sé todavía ni lo que haré el año que viene (acaba contrato en junio). En el Sporting viví dos años maravillosos. El equipo de los guajes dejó huella, tras un ascenso impensable y una permanencia en Primera muy difícil. Me dejé piel, sudor y lágrimas por el club. Ahora estoy viviendo una etapa preciosa en Vitoria. Me siento muy valorado. Quiero disfrutarlo. Me siento un privilegiado.

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