El Sporting asume la necesidad de crear la figura de un intermediario entre el consejo de administración y la afición como uno de los objetivos para el 2019. El club ha realizado una primera valoración para el desarrollo de este cargo como respuesta a una de las demandas recogidas durante la junta de accionistas celebrada el pasado 18 de diciembre. La entidad entiende que la figura ideal sería la de Joaquín Alonso, exjugador del Sporting, si bien se asume la dificultad de llevarlo a efecto a corto plazo por las responsabilidades profesionales en las que está inmerso. El Sporting piensa en otros exfutbolistas o incluso en la figura de algún político con experiencia en el ámbito deportivo que pueda ayudar a tender puentes en otras parcelas.
El Sporting no se marca plazos, pero asume el compromiso de responder en los próximos meses al rol que demandan colectivos como Unipes, que a través de su presidente, Víctor Sánchez, solicitó una mayor cercanía entre el club y sus aficionados. Un poco más allá fue Diego del Valle, máximo representante de la asociación Tu fe nunca decaiga, quien anunció en junta de accionistas la presentación de una propuesta para que se reformen los estatutos del club y se dé cabida a la afición dentro del consejo de administración. En este caso, concretado en la figura de un consejero que represente a los socios minoritarios para mejorar los mecanismos de control del club.
El consejo de administración ha tomado nota y ha comenzado a manejar alternativas aunque, en principio, no se plantea modificar los estatutos para atender estrictamente a la propuesta de Tu fe nunca decaiga. En este sentido, lo que sí se valora como una posibilidad es la conveniencia de articular esta nueva figura dentro de la función de asesor externo, un cargo que anteriormente ya desempeñaron Fernando Losada e Iñaki Eraña a partir de la entrada de Javier Fernández en el club. De esta forma se abriría la puerta a introducir una figura cercana al órgano de gestión sin que exista responsabilidad patrimonial, algo que sí sucede al ser nombrado consejero. El asesor externo también podría ejercer funciones más allá de la intermediación entre aficionados y entidad.
La integración de Joaquín Alonso dentro de la directiva del Sporting, o al menos en el organigrama rojiblanco, es una de las viejas aspiraciones de Javier Fernández. Un propósito que, por el momento, siempre ha resultado aparcado ante la apretada agenda profesional del exrojiblanco, actual seleccionador nacional de fútbol-playa. Joaquín es la máxima figura de este deporte dentro de la Federación Española de Fútbol y hace unas semanas fue nominado al premio de mejor entrenador del año a nivel mundial. El ovetense desea continuar volcado en el crecimiento de la selección, por lo que el club rojiblanco maneja nombres de otros exjugadores que puedan aunar carisma y capacidad de gestión. Eloy Olaya es otro de los nombres valorados por la directiva, si bien el gijonés tampoco contempla a corto plazo asumir este tipo de responsabilidades.
Al estudio de la figura de un exfutbolista también se ha planteado la oportunidad de poder incorporar a perfiles vinculados a la política regional o gijonesa y que mantengan cierto vínculo tanto con el Sporting como con el ámbito deportivo en general. A favor de la apuesta por la vía más política está oportunidad que supondría el hecho de acercar posturas con las administraciones, especialmente en tiempos en los que el club rojiblanco ha visto, por ejemplo, cómo el Principado le ha abierto un expediente sancionador por tener como patrocinador en su camiseta a una casa de apuestas.
El Sporting pretende avanzar a lo largo del próximo año en la elección del demandado intermediario entre aficionados y consejo de administración, tarea incluida dentro del crecimiento que se pretende abordar al margen de los objetivos deportivos marcados para la temporada.
