Es el único jugador que ha disputado todos los minutos de Liga con el Sporting. Diego Mariño afronta su tercera temporada en Gijón. Ha vivido momentos duros y también ha salido de ellos con el conjunto rojiblanco. El año pasado fue uno de los artífices de la remontada para llegar a los puestos de play-off, con una gran racha de 765 minutos imbatido. Ahora el Sporting debe remontar nueve puntos con el play-off si quiere volver a pelear por el ascenso. Aunque el vestuario quiere lanzar un mensaje prudencia. "Ahora mismo deberíamos olvidarnos un poco de hablar de engancharnos al play-off, no nos hemos merecido hasta ahora hablar de play-off y de reengancharnos, no podemos hablar de eso", indicó ayer el meta rojiblanco tras el último entrenamiento semanal.
"Tenemos que pensar en volver a recuperar nuestra mejor versión y la solidez y la línea de juego que habíamos encontrado. Estábamos haciéndolo muy bien antes de estos últimos partidos", subrayó el meta de los rojiblancos.
El Sporting recibe hoy al Rayo Majadahonda, un equipo de la zona baja, y que atraviesa su peor dinámica de resultados de la temporada. Pese a la exigencia de ganar, Mariño quita presión y pide calma a sus compañeros para evitar precipitaciones como sucedió ante Osasuna, y siguiendo la misma línea indicada por Aitor García durante la semana. "Lo hemos hablado en el vestuario, el partido son 90 minutos, no podemos pensar en ir ganando y tener el partido sentenciado en el minuto 30", comentó antes de añadir que "no podemos perder la calma, tenemos que mantener esa seguridad y regularidad necesaria. Hay que estar con calma siempre metido en el partido, no podemos volvernos locos".
El Sporting ha perdido en este inicio de año la solidez defensiva que tenía en otras fases de la temporada. Los rojiblancos han encajado 8 goles en los últimos 7 partidos. A pesar de que Mariño ha tenido una actuación más que notable, con paradas decisivas. Sobre esa debilidad defensiva y la presión por tener que ganar, Mariño indicó que esa necesidad les pudo pesar en algún momento. "No sé la causa real de perder esa solidez. Sí es verdad que la necesidad de ganar, al verte tan lejos, y querer continuamente estar lo más pronto posible arriba, pudo hacer que perdiésemos la calma y tranquilidad desde la que estábamos creciendo", destacó el guardameta rojiblanco.
Sobre el ambiente que podrán encontrar hoy en El Molinón ante el Rayo Majadahonda, y tras recibir algunos pitos de la grada en el partido de hace dos semanas ante Osasuna, Mariño quiso quitarle importancia y animó a sus compañeros a dar un plus para acercarse a la hinchada. "No estamos contentos con lo que les estamos dando a la afición. Es verdad que nos gustaría que estuviesen contentos con nosotros. Pero para que la gente crea los primeros que tenemos que darles algo para que lo hagan somos nosotros. Hay que volver a brindarles triunfos, y una imagen como la que hubo hace un par de meses cuando la gente volvió a creer en el equipo", apuntó Mariño.
