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El ambiente

El Molinón vuelve a sonreír

"No se nos pueden escapar más puntos en casa", señalan los aficionados del Sporting tras ver ganar de nuevo a su equipo

Un joven aficionado, con una pancarta. J. J.

"Hoy toca. No podemos seguir fallando más en casa. No se nos puede ir ningún punto más de El Molinón. Tiene que volver a ser el fortín que siempre ha sido". Álvaro Iglesias, aficionado del fondo sur, llegó ayer a ver el partido con ganas de quitarse la espina de las dos últimas derrotas. Y lo consiguió. Los seguidores rojiblancos disfrutaron de un triunfo de su equipo dos meses después. Desde el pasado 20 de enero, cuando el Sporting venció al Alcorcón, no se había producido otro triunfo en casa. Ayer El Molinón volvió a reconciliarse con su equipo, tras las dolorosas derrotas sufridas en casa ante el Deportivo de la Coruña, Osasuna y Rayo Majadahonda.

En una tarde primaveral de fútbol, El Molinón no presentó una de sus mejores entradas, ya que solo acudieron 17.490 espectadores. Pero al menos la tregua inicial se confirmó. No hubo los pitidos de las últimas semanas contra el equipo. Y en el tramo final, cuando más lo necesitaba el Sporting, la grada ayudó apretando al árbitro y al rival, para que el conjunto de José Alberto lograse su segunda victoria como local en lo que va de 2019.

Se había anunciado al inicio de partido intensificar la protesta contra la directiva en el minuto 5, con una gran pañolada. Quizás fue porque en ese momento el Sporting se encontraba atacando y la grada estaba centrada en el partido, pero la pañolada no fue tan numerosa como se preveía.

"Es muy complicado. Pese a que hayamos ganado estos dos partidos estamos aún muy lejos, pero la esperanza nunca se puede perder", comentaron al término del partido Sara Pérez y José Antonio Duende. "Además ahora con los goles de Álex Alegría tenemos otro motivo más para poder creer", añadieron.

El partido ante el Almería lo siguió desde El Molinón Carmelo del Pozo, director deportivo del Deportivo de la Coruña, conjunto que recibirá al club andaluz dentro de dos semanas en Riazor, y que ayer estuvo en Gijón tomando buena nota.

Guiño de los árbitros

Un día después de la multitudinaria manifestación de las mujeres asturianas, en defensa de la igualdad, los árbitros también se sumaron al movimiento del 8-M. Ayer Arcediano Monestillo pitó con un silbato morado, el color que utiliza este movimiento reivindicativo. El Molinón se mostró en algunos momentos crítico con su actuación, en especial en varias jugadas en las que reclamó varias faltas al contragolpe en la segunda mitad contra Djurdjevic, en las que el colegiado no señaló nada, pese a la insistencia del público de El Molinón.

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