Es un portero con alma de delantero. Rui Silva (Aguas Santas, Portugal, 7-2-1994) empezó a jugar al fútbol con el objetivo de marcar el mayor número posible de goles. Ahora se dedica a pararlos y la apuesta no le ha salido nada mal. Atraviesa el mejor momento de su carrera en la primera campaña en la que se ha hecho con la titularidad en el Granada, donde ha vivido a la sombra de otros cancerberos como Javi Varas y Ochoa. Convertido en el "Zamora" de la categoría, con solo 21 tantos recibidos en los últimos 32 partidos, esta noche será uno de los escollos a superar en El Molinón por el renacido Sporting.
"Espero aprender y trabajar mucho", señaló Rui Silva en su presentación como futbolista del Granada. Era un primero de febrero de 2017 y, por entonces, su equipo estaba peleando por salvar la categoría en Primera, junto al Sporting. La competencia era dura, también, para hacerse un sitio en el equipo. El "Memo" Ochoa, portero internacional mexicano, apenas le dio opción de hacer méritos. El luso, que llegó procedente del Nacional de Madeira, no disputó ni un minuto liguero.
El descenso de categoría renovó la situación de Rui Silva, quien contó con nuevo compañero para defender el marco nazarí: Javi Varas. No fue una temporada en blanco para el portugués, pero casi. La participación de Rui Silva se limitó a un partido de Copa y otros cuatro de Liga, uno de ellos el que enfrentó a los andaluces al Sporting, en El Molinón, en la penúltima jornada. La victoria se quedó en Gijón. Empezó ahí a labrarse la titularidad que ahora mismo ostenta sin discusión.
Diego Martínez, entrenador del Granada, le ha confiado la responsabilidad de defender un marco convertido esta campaña en uno de los más seguros de la categoría. Rui Silva se ha erigido, hasta el momento, como el "Zamora" de la Segunda División, ayudado por un equipo que, como su portero, es el menos goleado de la categoría. Y es que el luso lo ha jugado todo. Álex Alegría y Djurdjevic, delanteros del Sporting, buscarán superar a un meta que en la primera vuelta ya fue batido, en dos ocasiones, por hombres de segunda línea como Cofie y Traver.
