Manolo Sánchez Murias le ha cambiado por completo la cara al Sporting B. Las dudas han desaparecido, el equipo defiende con firmeza, sabe golpear en los momentos oportunos y acumula ya cuatro triunfos seguidos bajo su mando, doce puntos en un mes mágico que han alejado los fantasmas. El equipo ganó en un campo exigente como es Calahorra de la mano del acierto de Chiki, bigoleador, en un partido donde el mejor de los locales fue el meta Zabal, todo un síntoma. El Sporting B, con el triunfo en La Rioja, enlaza ya cuatro triunfos consecutivos, tantos como partidos lleva Manolo Sánchez Murias al frente del equipo.

Comenzó el encuentro con el Calahorra pisando con fuerza el campo sportinguista, con hasta tres saques de esquina antes de que al cuarto de hora llegara el primer aviso de los guajes en un disparo fuera de Pedro Díaz. El encuentro se fue equilibrando paulatinamente, con los asturianos cada vez tocando mejor en la zona ancha y con un equipo riojano que ya no hacía la presión tan alta. La calidad del mediocampo del Sporting B iba dejándose notar, pero sólo a través de acciones a balón parado se acercaban los visitantes a los dominios de Nacho Zabal.

Auzmendi, también en un servicio desde la esquina, llevaba la emoción a las gradas de La Planilla, pero el espigado Christian Joel respondía con mucha seguridad. Dos minutos más tarde, al paso por el 34, el propio Auzmendi culminaba una buena combinación del ataque local con un disparo que volvía a encontrar la respuesta atinada del arquero gijonés. Pisaban el acelerador los de Manolo Sánchez Murias, y así llegaría el 0-1 en un perfecto remate cruzado de Chiki, jugada psicológica a tres minutos del intermedio.

El segundo periodo comenzaba con acercamiento visitante en testarazo de Pablo Fernández que se perdía por encima del larguero rojillo. Poco después, el contragolpe sportinguista dejaba a Chiki en un cara a cara ante Zabal, que el arquero salvó con apuros.

Sergio Martínez, para el Calahorra, creaba peligro en un centro-chut que acababa atajando Christian Joel, con respuesta fugaz y fulminante en otra contra de los guajes, uno contra uno de Pablo Fernández que volvía a salvar Nacho Zabal.

Tras un aviso local de Parla, Chiki repetiría fortuna ante el gol con un potente trallazo a un cuarto de hora del final que suponía prácticamente la sentencia del encuentro. Pero el equipo de Miguel Sola no se rinde con facilidad, y tras un par de aproximaciones al portal de los de Mareo, Samu Obeng sí acertaba a embocar un esférico que le metía picante a la recta final del encuentro.

Presionaban con fuerza los riojanos mientras que el Sporting B trataba de dormir el partido. Acoso local con balones al área que forzaron hasta tres saques de esquina consecutivos, pero con Christian Joel y sus centrales muy atentos ante cualquier circunstancia de riesgo.

Y así, con los locales volcados, lo que llegaría de manera irremediable sería la sentencia del Sporting B, cuando Rubén Sánchez, que llevaba muy pocos minutos sobre el campo, machacaba al conjunto local con el 1-3 final.

Lección de efectividad, el efecto Manolo Sánchez que no decae y el Sporting B suma cuatro triunfos seguidos que le dan la permanencia virtual en Segunda División B.