El día en el que Quini dejó por un momento de ser delegado del Sporting, para ser entrenador en todos los sentidos, el Sporting goleó en su visita al Nàstic de Tarragona por 0-4. Fue un 4 de septiembre de 2005, en plena crisis económica de los rojiblancos, que pasaron por muchas penurias por su centenario. Ese mismo verano se había Marcelino García Toral al Recreativo, y muchos de los pesos pesados del vestuario. Sin dinero en caja, al Sporting le tocó lo de siempre en casos de urgencia: tirar de Mareo. Con un bloque muy joven, y con Ciriaco Cano de entrenador, el mismo que había llevado por última vez a los rojiblancos a Europa y con un equipo con Guajes de Mareo, el Sporting inició con dos victorias la temporada 2005-2006. Y tras ganar en la segunda jornada en el Nou Estadi incluso se puso líder.
El principal problema que tuvo que sortear Ciriaco Cano durante toda esa temporada fue no caer en alineación indebida, ya que solo se permitía actuar con cuatro jugadores con ficha del filial en cada encuentro. Pero el técnico nunca llegó a pasar de tres, ya que el meta suplente era Alejandro, con ficha del filial, y si se lesionaba Roberto, para que pudiese entrar el meta suplente, si el Sportging ya tenía a cuatro canteranos en el campo , pues entonces debería hacer otro cambio más o quedarse con diez...
Volviendo al partido de Tarragona de aquella segunda jornada, el Sporting con Roberto; Sastre, Jorge, Juanmi, Dorado; Enguix; Pablo Álvarez, Michel, Javi Fuego, Juan; y Calandria. En la segunda mitad Gerado entro por Michel, Pablo de Lucas por Javi Fuego y Biagini por Calandria.
El Sporting resolvió en apenas cuatro minutos aquel partido. Pablo Álvarez marcó en el primer minuto y Míchel en el cuarto. En el último cuarto de hora sentenciaron para los rojiblancos Calandria y Dorado.
"El 'ciripolen' funciona" fue el titular de la crónica de LA NUEVA ESPAÑA, en el que se destaca que el Sporting basó su triunfo en "rápidos contragolpes y un sólido sistema defensivo". Con respecto al partido además se resalta el hecho de que el Sporting, tras un verano muy duro, fuese capaz de armar un bloque competitivo tan pronto: "Un equipo prendido con afilieres tras la marcha de muchos de sus pesos pesados y con contadas incorporaciones, dada la austeridad económica, se ha puesto al frente de la categoría de plata".
El momento más curioso se produjo al término del partido. Quini, delegado del equipo, tuvo que ejercer de entrenador desde el banquillo debido a unos problemas con la ficha federativa de Ciriaco Cano. El Brujo además fue el que compareció ante los medios de comunicación en sala de prensa tras el encuentro. "Hay que tener los pies en el suelo, esto es muy largo", señaló Quini. "Este triunfo ha sido algo sensacional. Somos un equipo joven, que está intentando llegar lo antes posible a los 50 puntos para quedarnos en Segunda", añadió.
Aunque solo iban dos jornadas de Liga, Ciriaco Cano ya había hecho debutar a cinco canteranos. Pablo de Lucas se unía a Jorge, Míchel, Lucena y Moisés. Aquel Sporting aguantó el tipo y se mantuvo en la zona alta durante gran parte de la primera vuelta, pero el año se le hizo muy largo y tuvo alguna fase de sufriemiento durante la temporada. No obstante los rojiblancos finalizaron novenos con 56 puntos, diez más que el Lleida, el primer equipo que descendió. Ciriaco Cano, en su tercera etapa en el banquillo rojiblanco cumplió con creces, sacó de nuevo a relucir Mareo y logró el objetivo de mantener vivo al equipo en un curso muy delicado, marcado por el proceso concursal que asoló al Sporting durante la penuria económica que se vivió en la celebración del centenario del club en su octava campaña seguida en Segunda. Después, en el verano siguiente, en 2006, ya aterrizó Preciado en Gijón. Y con él se acercaba el regreso a Primera.
