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El Sporting no cree en la revolución

El club mantiene la confianza en Torrecilla y José Alberto a la espera de cómo se resuelva el final en El Molinón tras valorar alternativas a la dirección deportiva

Los jugadores del Sporting celebran uno de los goles de Lod en el partido ante el Zaragoza. LOF

El Sporting mantiene la confianza en Miguel Torrecilla y José Alberto como los encargados de liderar el proyecto de la próxima temporada pese al descalabro vivido en La Romareda. Lo asegura por activa y por pasiva, especialmente en el caso del salmantino, a pesar de que según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA se han valorado perfiles para un relevo en la dirección deportiva, opción que a estas alturas parece prácticamente descartada. Los dos últimos partidos que restan por disputarse, ambos en El Molinón, pueden tener mayor influencia en cuanto al criterio con el entrenador, el único vulnerable a pagar los platos rotos del fracaso de una temporada en la que el equipo estuvo fuera de su objetivo desde la cuarta jornada.

Miguel Torrecilla cuenta con crédito en el Sporting para armar su tercer proyecto después de 28 fichajes que no han alcanzado para lograr el objetivo por el que llegó a Gijón: el ascenso a Primera. El club considera que la continuidad del salmantino ofrece una mayor seguridad que volver a empezar de cero con la llegada de un nuevo encargado para esta parcela. El club niega, a su vez, haber contemplado la opción de sustituirle y remarca sus cualidades pese a asumir que los resultados conseguidos han estado lejos de lo que se esperaba para esta campaña.

Al margen de la versión oficial, el Sporting sí ha tenido en cuenta la situación del mercado en cuanto a posibles candidatos para asumir la dirección deportiva. Entre ellos se encuentran técnicos que están actualmente sin equipo, y otros con contrato en vigor e incierto futuro en clubes de Primera y Segunda División. Ninguno parece mejorar a Miguel Torrecilla, al menos, desde el criterio del conjunto rojiblanco, tras examinar parámetros deportivos y económicos. Algunos de estos, en conversación con LA NUEVA ESPAÑA, destacan al conjunto gijonés por el atractivo añadido de ser uno de los pocos clubes que concede a la labor de dirección deportiva una gran libertad de movimientos. Un aspecto que, en otros equipos, se encuentra más parcelado o cuenta con una política más intervencionista por parte de los dirigentes en la toma de decisiones, señalan.

El Molinón tendrá la voz en los dos últimos partidos de Liga ante equipos en plena pelea por subir a Primera, aunque la tenue reacción tras el empate ante el Lugo dio imagen de la desconexión de la grada hacia una situación que se veía venir. El desencanto de la afición con el equipo parece ir en aumento tras partidos como el vivido en La Romareda, donde se protagonizó una última media hora nefasta. José Alberto debe reactivar al grupo de una u otra manera para vivir el mejor final posible y acallar las dudas que se ciernen sobre la conveniencia de su continuidad. Una decisión que, curiosamente, del que depende en primer término es del propio Miguel Torrecilla, el que menos peligro corre tras el desastre vivido esta campaña.

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