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Aitor García | Futbolista del Sporting

"La culpa de la situación la tenemos los jugadores"

"Aitor Ruibal es rápido, peleón y sabe del interés del Sporting; yo lo ficharía"

Aitor García posa para LA NUEVA ESPAÑA a la entrada de los vestuarios en Mareo. J. PLAZA

Inquieto hasta para las entrevistas, Aitor García Flores (Huelva, 25-3-1994) juega con una botella de agua mientras responde cada pregunta de LA NUEVA ESPAÑA con la velocidad con la que tira desmarques. Autocrítico ante la mala campaña del equipo, el máximo goleador del Sporting junto a Djurdjevic (suman cinco dianas cada uno) asume que "hay que reaccionar ya" para alcanzar el objetivo fijado por el nuevo entrenador, Djukic. La sonrisa pícara esconde un tipo muy familiar marcado por los orígenes humildes de sus padres.

- ¿Es diferente el Sporting con Djukic?

-Sí. En Zaragoza la primera parte fue muy mala y en la segunda, sin ser una obra de arte, estuvimos bien. Tuvimos ocasiones, pero no las metimos.

- ¿Qué cambios han notado?

-La intensidad. Es lo que nos estaba faltando. Hay que llegar con mucha más gente al área. Desde el primer día nos ha dicho que no podemos especular, que estamos en un club hecho para estar en Primera y hay que ir a por los partidos. Hay que jugar sin miedo.

- Pasado mañana será el primer partido del nuevo entrenador en El Molinón.

-El horario es muy malo porque habrá aficionados que estén trabajando, pero seguro que irá mucha gente. Entiendo que haya muchos enfadados porque las cosas no están saliendo. A nosotros también nos duele. Los culpables de esta situación somos nosotros, los jugadores, y ellos también tienen que entender que somos los primeros interesados en revertir esta situación.

- ¿Por qué no funciona el equipo?

-Pues no lo sé, porque equipo hay. O no hacemos las cosas bien, o no trabajamos bien o no planteamos las cosas de la mejor manera.

- ¿El Sporting necesita un extremo?

-Para eso está Miguel (Torrecilla) y los consejeros. El club es quien toma esas decisiones.

- El club pretende a Aitor Ruibal, que estuvo con usted en el Rayo Majadahonda.

-Es un jugador rápido y muy peleón. En el Leganés no está teniendo los minutos que esperaba. El año pasado hizo una segunda vuelta espectacular. Me gusta.

- ¿Lo ficharía?

-Sí, pero no es cosa mía. He hablado con él a raíz de que se publicara que el Sporting le quería. Él sabe del interés del Sporting, me ha dicho que hubo cosas con su representante, pero no le puedo decir más. Es un tema que lleva él y cuando tome una decisión, se sabrá.

- La temporada en la que usted hizo más goles fueron seis. Ya lleva cinco.

-Podía llevar alguno más. Los porteros y los largueros sólo me las paran a mí (se ríe). No tengo retos en el sentido de marcarme una cifra concreta de goles. Aquí no valen las individualidades, vale lo colectivo. Mucho más ahora. Hay que empezar a ganar ya y ponerle orgullo para revertir esto.

- ¿Vive en el Sporting su mejor momento profesional?

-Sí. Aunque las cosas no están saliendo bien en lo colectivo, estoy siendo un jugador regular. Unas veces sale mejor que otras, pero corro y trabajo en cada partido para ayudar al equipo. Creo que el año pasado, con el 4-4-2, no tenía tanto protagonismo en ataque, algo que sí está sucediendo esta temporada, en la que siento que tengo más libertad arriba. Intento aprovecharlo.

- ¿Estar a tres puntos del descenso no invita a aparcar el pensamiento del ascenso?

-También estamos a ocho puntos de la promoción. El Cádiz era líder con doce puntos sobre el segundo y ahora lo tiene a cuatro. Esto es Segunda. El objetivo lo sabemos todos y hay que pelear por ello hasta la última esperanza. Eso sí, si queremos llegar arriba hay que cambiar ya. Como nos metamos abajo, vamos a sufrir, porque escapar de ahí es muy complicado. Mire al Dépor o al Málaga. No le niego que miramos de reojo todo eso.

- Hábleme de sus inicios.

-Empecé en el Olon, el equipo de mi pueblo. Nací en Huelva, pero nos mudamos a Gibraleón cuando tenía un año o así. El fútbol siempre ha estado presente en mi familia. Mi padre, Mario, jugó muchos años en diferentes equipos. Desde chico iba con él a todos los lados. Él es de Huelva y conoció a mi madre, Bea, jugando en el Ayamonte. Mi abuelo era directivo en ese equipo y ella iba a todos los partidos. Tengo una hermana pequeña, María del Rocío, de 19 años. Cumple 20 el día 14. A ver de qué cae... (echa mano al móvil). Tranquilo, que no se me va a olvidar.

- Sus padres se dedican a la hostelería.

-Mi padre trabajó mucho tiempo en una empresa de muebles. Siempre ha sido muy trabajador. Se levantaba a las seis de la mañana y después de trabajar caminaba tres kilómetros para ir a entrenarse. Mi madre trabajó en el campo, recogiendo fresas, y en un montón de sitios más. En las ferias de mi pueblo siempre montaban un chiringuito y hace catorce años se decidieron a abrir un restaurante. Se llama La Colmenilla, en Gibraleón.

- ¿A usted le tocó arrimar el hombro?

-Cuando pasé al instituto me costó adaptarme, no quería estudiar y mi padre me dijo que entonces tenía que trabajar. Abría a las seis y media de la mañana. Estuve como camarero. También le digo: me escaqueé mucho (se ríe). Esa experiencia me sirvió para madurar y ver los sacrificios que hacen. Ahora no se me caen los anillos por echarles una mano. En los veranos, cuando hay mucha gente, recojo platos, echo cervezas...

- ¿Qué hay que pedir si voy a su restaurante?

-A mí me gusta mucho el "cuchareo". Unas papas con choco, un puchero, un potaje de habichuelas? Cuando voy a Huelva me jarto también a gambitas, langostinos?

- ¿Cómo vive su familia que haya triunfado en el fútbol?

-Mis padres me vienen a ver cada dos meses. Mi padre es el tío más crítico conmigo. Ya puedo hacer un partidazo y meter tres goles, que me llama para decirme todo lo malo primero. Dice que tengo que encarar más. Mi abuelo Antonio también ha estado hace poco en Gijón. Tiene un museo mío en su casa. Fotos, recortes de periódico, cuadros de todos los equipos por los que pasé? Lo guarda todo.

- ¿Cuándo vio que podía ser futbolista?

-Desde que empecé a jugar. No sé, con cuatro años igual. A los once años ya me llamó el Recreativo y también el Sevilla y el Betis. Fui a probar con ellos. Con el Sevilla me llevaron incluso a un torneo a Alemania. El problema es que se enteraron de que había ido con uno y con otro y con la rivalidad que hay? Ya no me llamaron más (se ríe). Entonces firmé con el Recre. Nos ficharon a dos amigos míos de Gibraleón y a mí. De aquel equipo salió gente como Naranjo, que está ahora en el Tenerife.

- Cervera le hizo debutar en Segunda y desde entonces vivió cada año en un sitio.

-Hubo un cambio de entrenador en el Recre. El nuevo apostó por gente veterana. Toño Otero, que entonces trabajaba en el Celta con Torrecilla, me vio con el filial y me llevó cedido al Celta B. Ascendimos a Segunda B y al año siguiente volví a Vigo cedido. Jugué bastante y el Celta me quería firmar, pero el Recre no quiso. Volví a Huelva, el entrenador entonces era Oltra y a tres días del cierre del mercado me dice que no cuenta conmigo. Imagínese todo eso después de decir que no al Celta. Me desvinculé y me fui al Toledo, donde estuve seis meses sin cobrar. A partir de ahí, Almería, Mérida, Cádiz, Rayo Majadahonda y Sporting.

- ¿Pensó en algún momento que se le podía escapar el tren del fútbol?

-En el Almería me planteé si me merecía la pena jugar al fútbol tras encontrarme con gente como Miguel Rivera (entrenador). Era un tío muy irrespetuoso, me trató muy mal a mí y a todos los compañeros. En ese equipo estaba Iván Sánchez (Elche), Dani Romera (Alcorcón), Antonio Puertas (Granada). Era un equipazo. Después, cuando fui a Mérida, mi representante (el asturiano Eugenio Botas) me dio un ultimátum. O iba para arriba o me dejaba. Metí siete u ocho goles, me volví a sentir futbolista y me firmó el Cádiz.

- Tiene dos perros, Darko y Duque, y creo que ama los animales.

-Hace años, cuando estuve en Vigo, casi tenía un zoo en casa. Tenía una falsa coral (serpiente), pogonas, tortugas caimán, ranas de Tailandia y una pareja de gecos que me criaron. Al final me quedé solo con Darko y después, cuando estuve en Mérida, ya me hice con Duque. Es una alegría llegar a casa y que salgan a recibirte, pasear junto a ellos?

- ¿Mario le pide nietos?

-No hay prisa. Me caso el año que viene y vamos a esperar. Le pedí la mano a mi novia en Venecia, hace unos meses. Ella es una de los pilares más importantes de mi vida. Cuando fiché por el Sporting decidió venirse conmigo a Gijón. Era la primera vez que salía a vivir fuera de Gibraleón.

- Hay un crío muy ligado a su vida: José Antonio Garrido.

-Él es un ejemplo. Es de mi pueblo y lleva cuatro años luchando contra la leucemia. Encontró donante, estuvo un año bien, pero ha vuelto a recaer. He hablado estos días con su madre, está pasando por un momento muy duro. Acaba de iniciar un tratamiento nuevo en Córdoba. Le apoyo en lo que puedo, pero no solo yo, todo Gibraleón. Le han puesto su nombre al polideportivo. Se lo merece.

- Tengo entendido que se le dan bien las cartas ¿qué tal el póker?

-Juego para matar el tiempo en los viajes del equipo, pero fuera de eso, no juego, no me gusta. En trayectos largos unos echan una pocha y otros le damos al póker: Manu, Nacho Méndez, Mariño, Djuka, Carmona, Traver y yo. No apostamos dinero, ¡eh!. Igual un día 20 euros, como mucho. No hay ningún experto. En victorias está la cosa repartida.

- ¿La mano ganadora llegará ante el Elche?

-Vamos a pelear por ello. Somos los primeros en querer sumar victorias para brindárselas a nuestra afición y salir de esta situación lo antes posible.

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