"Vamos a ver qué hacen los chavales de Djukic ¡Vamos chavales!, ¡vamos Sporting!". No pudo valerse del habitual equipo de sonido que le acompaña, pero la voz de Borja Blanco se dejó escuchar ayer en el campo de Los Pajaritos. El "speaker" de El Molinón, encargado de caldear el ambiente y cantar los goles en el campo gijonés, se quedó en Soria como el resto del centenar de aficionados rojiblancos desplazados para animar al equipo: con frío y sin goles. "La temporada está para centrarse en la permanencia y poco más", comentaba el gijonés Luis Alonso poco antes del inicio del encuentro. El resumen quedó ratificado en Los Pajaritos.
La Mareona sigue activa, aunque la mala dinámica del Sporting y la entrada del invierno ha llevado a ir menguando en número en cada desplazamiento del equipo. Se pudo comprobar en Soria, donde hubo representación de varias peñas, pero sin llegar a llenarse la zona visitante del campo de Los Pajaritos como había sucedido en ocasiones anteriores. Y eso que el partido se disputó en la tarde del sábado y había fin de semana por delante para hacer turismo y amortizar el viaje.
"Nosotros aprovechamos para hacer turismo y también para estar con nuestro Sporting", explica Maite Folgueras, quien transmite un optimismo que contagia a Fabiola y Adriana Rodríguez, las dos niñas que la acompañan con sus bufandas rojiblancas. "Hay que dar más caña a los jugadores. La afición no se merece que su equipo no juegue ni le eche ganas", desliza Pedro Menéndez en el descanso. A él, pocos le ganan en ímpetu cuando se trata de acompañar al Sporting. De raíces asturianas y afincado en Vitoria, es abonado del conjunto rojiblanco y además de hacer algún desplazamiento cuando hay partido lejos de Gijón, también acude cada quince días a El Molinón. Nadie es capaz de arrebatarle la decepción por un resultado que vuelve a dejar al conjunto gijonés mirando a la zona baja de la tabla.
La peña Sobiñagu y la peña Nacho Cases fueron dos de las más numerosas en Los Pajaritos, desplazándose ambas en autocar a primera hora de la mañana y combatiendo el frío de Soria bien abrigados de un rojiblanco empapado por la fina lluvia que durante casi todo el día cayó en la ciudad. El club también contó con presencia en el palco de Los Pajaritos a través de Javier Fernández, presidente; Javier Martínez, vicepresidente; Joaquín Alonso, representante institucional y Miguel Torrecilla, director deportivo. A estos dos últimos se les pudo ver en zona de prensa interesándose por el estado de Molinero.
La aparatosa caída del toledano, en la disputa de un balón con Higinio, le hizo abandonar el campo de Los Pajaritos con un collarín y visiblemente incómodo por los dolores en la espalda que le provocó el golpe. "Estoy bien, estoy bien", aseguraba el futbolista antes de subirse al autocar junto al resto de sus compañeros para emprender el viaje de vuelta a Gijón. Más de cuatro horas sin goles ni puntos que llevarse a la boca.
