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El Sporting vuelve fino: 9,8% de grasa corporal tras dos meses confinados

El físico, mejor de lo habitual, sorprende a los técnicos l La plantilla da a Fran Albert el mérito de las bicicletas y cintas en sus domicilios

Por la izquierda, Djuka, Nacho Méndez, Bertín, Cristian Salvador, Cordero, Valiente, Molinero y Bogdan, ayer, en Mareo. LFP

Los jugadores del Sporting han pasado con nota los dos meses de confinamiento desde el plano de la preparación física. Al menos, así lo muestran los datos. Los primeros análisis del estado de cada uno de ellos, a su llegada en la primera semana de entrenamientos en Mareo, revelaron que los jugadores contaban con un promedio general de 9,8% de grasa corporal, por debajo del 10% en el que suele situarse un futbolista profesional medio. Todo ello, contextualizado con un periodo de inactividad competitiva tan largo, ha sorprendido positivamente a los técnicos rojiblancos. La plantilla comparte el mérito con Fran Albert, preparador físico, a quien reconoce el esfuerzo de haber insistido al club en dotar a cada uno de ellos de cintas de correr y bicicletas en sus domicilios durante el confinamiento, detalle, entre otras cosas, clave en su buena forma.

Los informes y seguimientos diarios realizados, enviados por los jugadores al preparador físico del Sporting durante el periodo de confinamiento, avalaban el esfuerzo de los futbolistas en sus domicilios. Faltaba por comprobarlo de primera mano, en el regreso a Mareo. La primera semana de entrenamientos en las instalaciones rojiblancas, iniciada el pasado 11 de mayo, permitió ir tomando el pulso más de cerca. Los primeros días, dirigidos a recuperar poco a poco sensaciones con el balón más que a exprimir el físico, fueron completados con estudios antropométricos en los que se registró valores como el peso de cada futbolista y niveles como el de grasa corporal. Ahí quedó demostrado que, en líneas generales, la plantilla había regresado más que enchufada a nivel físico para retomar la competición.

Los jugadores atribuyen gran parte de esto a lo que ocurrió once días después de que entrara en vigor el estado de alarma. Fue entonces cuando los futbolistas del Sporting mostraron en redes sociales que disponían en sus casas de una cinta para correr que daba opción a completar su preparación física dentro de los límites de tener que permanecer dentro de sus hogares. Los mensajes de cada uno de ellos iban acompañados de su agradecimiento a la firma comercial proveedora del material, tal y como recomendó el club, que se encargó de la gestión. En todo caso, el señalado por el vestuario fue Fran Albert, que consideran que hizo ver a la entidad de la urgencia de encontrar vías para ir equipando al equipo cuanto antes de materiales más complejos a los distribuidos en los primeros días, en los que se repartieron elásticos e instrumentos básicos.

Fran Albert quiso ir un poco más allá después de que los jugadores se hicieran con las cintas de correr. El alicantino apostó por las bicicletas estáticas para diversificar ejercicios e ir rompiendo con la monotonía de las tareas programadas anteriormente. No le faltó, para ello, la ayuda de su pareja, la exciclista y campeona del mundo Dori Ruano. Llegaron semanas después a las cintas, con origen de una firma comercial diferente a la de la anterior colaboración, y alimentaron la complicidad entre jugadores y preparador físico.

El Sporting ha ido subiendo gradualmente la carga de trabajo con el paso de los días, siendo la actual semana la más exigente desde el plano físico desde que se reanudaran los entrenamientos. A la vuelta de la esquina está ya "la nueva normalidad", la que permitirá a los jugadores volver a ejercitarse todos juntos por primera vez desde el inicio de la pandemia, ya que actualmente lo están realizando distribuidos en grupos de 14 y 13 jugadores. Será, si nada cambia, el próximo lunes. Hasta ahora, solo las sobrecargas musculares han frenado a jugadores como Traver y Hernán. El balón acabará siendo el juez de un Sporting que ha vuelto fino.

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