David Gallego conformó ayer dos onces en los que mezcló a jugadores del primer equipo con canteranos. Sin embargo, llamó la atención un detalle: los cuatro laterales que formaron de inicio eran todos de Mareo. Bogdan, que ya llegó a debutar con el primer equipo y Pablo García lo hicieron en el equipo rojiblanco, mientras que Guille Rosas y David Argüelles lo hicieron en el verde. Con Damián Pérez y Molinero fuera del equipo tras haber finalizado sus contratos, y Unai Medina y Cordero descartados por Gallego, los laterales del filial están llamados a tener importancia en el primer equipo la próxima temporada, a falta de ver si el club puede reforzar esas posiciones. A ellos se sumaron otros como Marcos Trabanco, Berto, Pelayo Suárez, Gaspar o César. Todos ellos pusieron ayer ganas y atrevimiento, aunque con mayor o menor acierto.

Es de destacar que en un sistema de juego donde las bandas tienen tanta importancia, sobre todo en ataque, los flancos estuvieran cubiertos en su totalidad -a excepción de Carmona- por canteranos. Los laterales no tuvieron reparos en aparecer en zona ofensiva, creando superioridad para poder alcanzar línea de fondo y poder poner buenos centros. Los cuatro zagueros fueron lo más destacado de los jugadores del filial, así como César, que sobresalió por su desparpajo en ataque. También Pelayo Suárez se mostró solvente en el centro de la línea defensiva.

Los primeros flashazos se los llevó, no obstante, Gragera, autor del primer gol de la pretemporada, con un gran lanzamiento lejano que Mariño solo pudo rozar. Precisamente, los binomios de la medular -Pedro Díaz y el propio Gragera en un equipo y Nacho Méndez y Cristian Salvador en el otro- fueron algunas de las probaturas que mejor le salieron a Gallego.

Otro detalle importante: Álvaro Vázquez comenzó en el banquillo cediendo la punta de ataque a Bertín. En el segundo tiempo entró al campo y anotó gol.