Catorce meses después de que Monchu rompiese la sequía rojiblanca en los derbis, el Sporting asaltó el Carlos Tartiere en una fecha tan señalada para Oviedo como el Día de América en Asturias. Aquel 19 de septiembre de 1993, Juanele, el "Pichón de Roces", estropeó las fiestas de San Mateo al oviedismo con un gol que bendecía la renovación del Sporting y saldaba cuentas pendientes en los derbies.
"Recuerdo que el gol fue en una jugada de Sabou por la derecha y Miner centró al segundo palo, donde rematé. Quedaban diez minutos y ellos apretaron, pero supimos aguantar el resultado".
"Quizá sí había un poco de complejo porque el Sporting llevaba más de quince años sin ganar en el Tartiere. Como todos los derbis fue un partido bastante duro, pero no nos achicamos. Fui corriendo a celebrar el gol con nuestros aficionados. Les debíamos una, después de tanto tiempo sin darles una alegría contra el Oviedo".
"No hubo ninguna celebración especial, más allá de la fiesta en el campo y el vestuario. Durante la semana sí se habló mucho del partido y de la victoria. La gente en Gijón es muy pasional y cuando el equipo gana, o pierde, te lo hace saber".
"Me hubiese gustado jugar más derbis contra el Oviedo. El de Canarias es parecido, pero a mí el que motivaba de verdad era el asturiano".
