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Las familias de Mareo plantean que sus hijos sean cedidos a otros clubes

Algunos futbolistas han picado ya a la puerta del Oviedo | Equipos de Gijón ofrecieron sus instalaciones a la cantera del Sporting

Jugadores de las categorías inferiores del Sporting, entrenando en Mareo en el mes de octubre. RSG

La advertencia del Sporting anunciando que no se reactivará hasta el verano la actividad de las categorías inferiores del club ni de los equipos de la Escuela de Fútbol de Mareo –una veintena en total– y que estos no participarán en el nuevo torneo amistoso creado por la Federación Asturiana de Fútbol ha desencadenado una serie de reacciones en cadena entre las familias de estos jugadores, hartas de una situación que se viene prolongando en el tiempo más de la cuenta. Tanto es así que muchos de los padres ya están comenzando a buscar alternativas para que sus hijos puedan seguir jugando en otros equipos. Algunos de ellos, de hecho, han picado ya a la puerta del eterno rival, el Oviedo. El club azul, por el momento, no se plantea incorporar a estos menores.

Toda esta situación ha llevado al hartazgo a los padres de los jugadores, a quienes más allá de la falta de actividad les molesta la “opacidad” del club. Un ejemplo manifiesto: tras las primeras críticas a la forma de actuar de la entidad, desde el club se optó por desactivar los comentarios en la aplicación que utilizan para comunicarse con las familias de los jugadores, de tal manera que los padres no pudieran siquiera mostrar su descontento.

Una situación que podría ser muy costosa para el Sporting, toda vez que hay menores que están ya planteándose dejar el club para poder seguir jugando y compitiendo. De hecho, son varios los jugadores sportinguistas que han llamado a la puerta del Oviedo buscando la continuidad competitiva que en Gijón, actualmente, no se les garantiza. No obstante, el club azul, en base al pacto tácito de no agresión existente entre ambas entidades, no valora arrebatar estos jugadores al Sporting para evitar replicar situaciones del pasado. No así otros clubes de Gijón, que están intentando pescar en río revuelto. Los padres de algunos jugadores incluso planteaban ayer la opción de dejar a los niños jugar el torneo de la Federación Asturiana que comienza el próximo mes cedidos en otros conjuntos.

El hartazgo entre los familiares de los jugadores viene de atrás. Las familias venían criticando la “falta de información” que se les facilitaba desde el club para fechar la vuelta a los entrenamientos. Las respuestas o eran evasivas o brillaban por su ausencia. Una situación que también venían sufriendo los entrenadores de estos conjuntos, que aseguraban sentirse en una situación de “incertidumbre total”. Esta circunstancia llegó a su fin en la noche del sábado, cuando el club, apoyado en las recomendaciones de su equipo médico, mantenía la suspensión de la actividad, priorizando el aspecto sanitario al formativo. Una decisión que hoy los médicos explicarán en una rueda de prensa convocada por el club.

El Sporting, como así recoge explícitamente en el comunicado enviado a las familias, prioriza el mantener la burbuja del primer equipo a la vuelta a la actividad de las categorías inferiores –cadetes, infantiles, alevines y benjamines–. Una circunstancia que tampoco explicaría totalmente esta falta de actividad en las instalaciones rojiblancas ya que, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, clubes deportivos de la ciudad habrían ofrecido al Sporting sus instalaciones para que las categorías inferiores pudieran disputar sus partidos o entrenar, pudiendo así mantener la burbuja creada en Mareo, cumpliendo la normativa de LaLiga.

“Esta situación es un palo muy grande para los chavales”, asegura un gran conocedor del fútbol de cantera y que llegó a desarrollar su labor en Mareo, “perder un año entero de formación deportiva les puede afectar más adelante, cuando se enfrenten a otros rivales que sí lo hayan aprovechado”, profundiza, “esta parálisis también afecta al desarrollo psicosocial de los menores”.

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