No ha sido un año fácil para el filial del Sporting, que certificó su descenso a Tercera división el pasado domingo, tras empatar en casa ante el Coruxo. La pérdida de categoría, doble al pasar de la tercera a la quinta del fútbol español tras los nuevos formatos impuestos de cara a la próxima campaña, se convierte en el peor de los castigos para un equipo plagado de juveniles por la irrupción en el primer equipo de los llamados a tirar del carro. El club ya trabaja en el nuevo proyecto, con la elección del entrenador como una de las primeras decisiones importantes.
La llegada de Sergio Sánchez al banquillo del Sporting B no ha sido suficiente para evitar que el equipo haya conseguido evitar el doble descenso de categoría. Si en Mareo ya se asumía que la campaña iba a ser compleja por la inexperiencia del equipo, también había cierta confianza en poder conseguir que el equipo estuviera en la Segunda RFEF, una categoría nueva que viene a considerare como intermedia entre las antiguas Segunda B y Tercera División. Tampoco ha sido posible. Los rojiblancos se preparan para un año en la nueva Tercera RFEF.
El nombre del entrenador de la próxima temporada es, por ahora, una incógnita. Más por la serie de cambios que ha ido introduciendo, progresivamente, Javi Rico desde que asumió la dirección deportiva. A favor de Sergio Sánchez está que ha conseguido sumar más puntos que su predecesor, Samuel Baños. También hay que tener en cuenta que ha tenido oportunidad de dirigir, de momento, cinco encuentros más. Sergio Sánchez ha hecho un balance de dos victorias, ocho empates y cuatro derrotas en los catorce encuentros que ha dirigido. En el caso de Samuel Baños, sumó una victoria, tres empates y cinco derrotas en los nuevo partidos dirigidos. Números y estilos diferentes para dos hombres de la casa.
El Sporting B tiene todavía tres partidos por delante para dar por finalizada la temporada. El primero de ellos, el que le llevará el domingo a visitar al Pontevedra (17.00 horas).
