Atarse unas botas o ducharse en solitario son pequeños gestos convertidos en grandes conquistas cuando se habla de ciertas discapacidades intelectuales. Lo saben las más de cien familias con las que el Sporting Genuine ha colaborado consiguiendo, en muchos casos, cambiar sus vidas. “Ellos vienen a disfrutar y también a progresar”, señala Diego Fuertes, responsable de proyectos en la Fundación del Sporting, para resumir la clave de una victoria social que vive uno de sus momentos más importantes. Tras ponerse en marcha en 2017, Mareo es este fin de semana una de las sedes de la fase nacional de la Liga Genuine.
“Es la celebración del trabajo de todos estos años, de lo que ellos han conseguido y nos han enseñado”, reconoce Diego Fuertes. Corverano del barrio de Las Vegas, a sus 29 años este graduado en Psicología y especializado en la rama deportiva describe cómo lo que empezó junto a quince alumnos, usuarios de Down Asturias, se ha transformado en un proyecto que abarca a asociaciones y centros de toda la región. “A los 25 jugadores que tenemos ahora en la plantilla del Sporting Genuine hay que sumar los en torno a 70 alumnos de las seis centros que hay en Asturias de educación especial, con los que colaboramos a través de nuestras escuelas. Además, también hemos sumado asociaciones como Alarde, Adansi, Una ciudad para todos y Sanatorio Marítimo”, explica. Hay más. “Una vez al mes hacemos una jornada de invitaciones para hacerles vivir la experiencia a chicos a los que no podemos dar cabida por número”, detalla. Para todos, ser jugadores del Sporting supone una experiencia única.
De la mano de la Fundación de LaLiga, la Fundación del Sporting también ha ayudado a varios de los jugadores del equipo Genuine a encontrar trabajo. Un paso que forma parte de un proceso para mejorar su independencia que nace a través de “rutinas como hacerse responsables del material deportivo o comprometerse a estar a una hora determinada. Eso e interactuar con compañeros, es importante”. Pautas que, con el fútbol de por medio, parecen más estimulantes. “Los técnicos y voluntarios aprendemos más de ellos, Te enseñan a alorar las pequeñas cosas de la vida. No tienen en cuenta la equivocación, son agradecidos, lo ponen fácil”, dice de sus jugadores.
“El futuro pasa por insistir en las líneas marcadas”, comenta Diego Fuertes, uno de los hombres más activos dentro del equipo de trabajo de Germán Robles, director de la Fundación del Sporting. “Nuestra suerte es que estamos encontrando la ayuda de familias muy involucradas en lo que estamos haciendo. Para este tipo de proyectos es muy importante contar con el apoyo de ese entorno”, destaca el encargado del equipo Genuine. El club y su fundación están implicados en el programa de inclusión de capacidades distintas desde hace mucho tiempo”, añade Germán Robles.
Mareo, a tope. Esta semana está repleta de actos en torno a la fase nacional. El último, el que ayer reunió tanto al Sporting Genuine como a los alumnos de los centros de educación especial del principado: Castiello de Bernueces (Gijón); San Cristóbal (Avilés); Latores (Oviedo); Juan Luis Iglesias Prada (Langreo); Santullano (Mieres) y una de las aulas del Colegio de Pola de Allande. “Es de agradecer querer dar un paso más y llevar los valores del deporte a todos los lugares al ofrecer actividades adaptadas a las distintas características y capacidades que puede mostrar todo el alumnado”, destaca David Artime, director director general de Ordenación, Evaluación y Equidad Educativa. “Esto supone una normalización y una inclusión de este tipo de alumnado”, asegura Ainhoa Vázquez, profesora del colegio de Santullano, ante la oportunidad de compartir Mareo y acercarse a la dinámica de un club de fútbol profesional. Gestos sencillos, convertidos en grandes conquistas. Como recuerda Diego Fuertes, “esto necesita que todos veamos y apoyemos lo que son capaces de conseguir estos chicos”.
