La contracrónica del Sporting-Cartagena: ¿Cuánto hacía que el Sporting no ganaba dos partidos seguidos y que Zarfino jugó su último encuentro?

"El Pistolero" afina la puntería y es determinante para volver a sumar los tres puntos, en un partido en el que Ramírez vuelve a cambiar el sistema

Gaspar conduce un balón ante Nacho Méndez, Djuka y Nacho Martín, con Iván Calero en el suelo.

Gaspar conduce un balón ante Nacho Méndez, Djuka y Nacho Martín, con Iván Calero en el suelo. / Juan Plaza

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Y cinco meses después llegaron dos triunfos seguidos del Sporting

Los rojiblancos logran repetir victoria por tercera vez este curso y entran por el momento en play-off

La última vez que el Sporting repitió triunfo de una jornada a otra fue entre finales de octubre y principios de noviembre. Incluso la racha llegó a ser de tres victorias consecutivas, cuando el 0-3 en la visita al Villarreal B, en la jornada 14, un 4 de noviembre, dejaba al equipo de Ramírez en una situación privilegiada en puestos de ascenso directo. A partir en el final de 2023 las sensaciones no acompañaron a los resultados. Y desde que se inició 2024, el Sporting combinó altibajos con buenos partidos, pero sin una regularidad. Hasta esta semana, cuando los gijoneses por fin volvieron a ganar de nuevo dos partidos consecutivos. Una situación que se da por tercera vez esta temporada, ya que también sucedió entre la octava y novena, tras el 0-1 de Huesca y el 2-0 en El Molinón ante el Elche. Con la Liga afrontando ya sus últimos capítulos, en ese momento en el que cuentan más los resultados que las sensaciones, el Sporting además volvió a enganchar a la grada, fue superior durante una gran fase del partido al Cartagena y tuvo ocasiones para hacer algún tanto más. Es cierto que tocó sufrir para acabar, aunque esta vez no se quisieron correr riesgos y Ramírez prefirió dormir el partido, cerrarse bien y dejar el balón al rival, que también tuvo opciones para dar algún susto. Pero el Sporting sacó los tres puntos adelante, y con la segunda victoria consecutiva vuelve de forma temporal al play-off, a la espera de que algún rival pinche de aquí al final de la jornada.

Zarfino recupera la sonrisa: vuelve a jugar tras 413 días

El Molinón volvió a gritar "¡uruguayo, uruguayo!". En el minuto 77, Gio Zarfino recuperó la sonrisa y la alegría de volver a jugar un partido. Tuvo que esperar 413 días. Desde el 25 de febrero del año pasado, ante el Tenerife, el centrocampista no había vuelto a saborear esa sensación única de un futbolista de jugar un partido. Un regreso que ya se produjo en una citación la pasada jornada, pero que ahora se completó jugando. Y aunque es cierto que se le notó algo dubitativo y falto de ritmo, no se le pudo discutir su coraje y entrega, entrando a todas las disputas, ofreciéndose y dejándose ver en ese tramo final de partido. Tras trece meses y medio de calvario de lesiones, en los que la vuelta por momentos se puso muy cuesta arriba, Zarfino salió del túnel y llega ahora como otro refuerzo más para el final de temporada.

"El Pistolero" afina la puntería afina la puntería en el momento clave: gol y roza otro

Se hizo esperar. Y bastante. Mario González llegó en enero, y en abril parece que ya por fin ha arrancado. Es cierto que le costó coger la forma física y que tampoco fue una apuesta clara del entrenador para darle muchos minutos desde el comienzo. Aunque Ramírez le dio alguna oportunidad de titular. Queda para la memoria el gol fallado ante el Oviedo a portería vacía, que pudo poner la sentencia. O la jugada que erró al disparar desde la frontal frente al Racing, con todo a favor, aunque habría sido anulada por fuera de juego. El cambio de "look", con nuevo corte de pelo, le vino bien a Mario González en Miranda de Ebro como goleador. Ramírez le premió dándole ante el Cartagena la titularidad. Y "el Pistolero", que ha afinado la puntería, le devolvió la confianza con un gran cabezazo, para marcar por segunda jornada consecutiva. Y eso que pudo hacer doblete, pero se topó con el larguero.

Lección aprendida: saber sufrir y jugar con el marcador

Reciente estaba en la memoria de la afición sportinguista el último partido en casa, cuando el Racing volteó un 2-1 que tenía favorable el Sporting en el minuto 87. Ramírez, pragmático, en una fase decisiva de la temporada, apostó esta vez por darle aire y músculo al equipo para el tramo final. Tocó sufrir y saber jugar con el marcador. El técnico canario metió un central más, apostó por carrileros, y el equipo supo frenar y darle pausa al partido cuando se necesitaba. En la fase decisiva, jugando con el clásico, si no se puede sentenciar, hay que saber amarrar lo conseguido.

Ramírez regresa a la defensa de cuatro, aunque acabe con tres centrales

Con respecto al partido en Anduva, dos cambios. Christian Rivera y Juan Otero se cayeron del once y entraron Gaspar y Mario González. Miguel Ángel Ramírez apostó, al jugar en casa, por darle más peso ofensivo al equipo, recuperó la defensa de cuatro y le dio más presencia al juego por las bandas. Llamativa fue la ausencia de Juan Otero, que se quedó sin jugar un solo minuto por tercera vez esta temporada. Pero no le salió mal la apuesta al técnico canario, que con este planteamiento vio como su equipo se ponía por delante en la primera mitad. Es cierto que en los últimos 20 minutos apostó de nuevo por recuperar la línea de tres centrales para ser más compactos y mantener la ventaja en el marcador. Pero el Sporting volvió a su ser, a un dibujo con el que ha tenido sus mejores momentos este curso.

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