Oviedo, I. R.

El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado una red de tráfico de cocaína en Asturias, integrada por españoles y colombianos. En total, son doce las personas detenidas, cuatro de ellas sudamericanas. Tras prestar declaración ante el juez, siete de los arrestados fueron enviados a prisión.

La operación, bautizada «Penique» y cuya importancia se centra más en el número de detenidos que en el alijo aprehendido, se saldó con la incautación de 1,6 kilos de cocaína, valorados en unos 45.000 euros y que podrían haberse convertido en unas 10.100 dosis. De esta forma, la ganancia es mayor y podría haber superado los 130.000 euros, según los precios de esta droga que maneja la Oficina Central Nacional de Estupefacientes. Además, los agentes también se incautaron de básculas de precisión, abundante material informático y documentación diversa, que está siendo analizada, 46.800 euros, una escopeta, un rifle, una pistola de aire comprimido y un Ford Focus presuntamente utilizado para el transporte de la cocaína.

La investigación se inició a primeros de año, cuando se detectó la presencia de la red en la región, que el Cuerpo Nacional de Policía enmarca dentro de lo que se conoce como crimen organizado, es decir, varias personas con una jerarquía bien definida, con reparto de roles y con una actividad estable y permanente en el tiempo. La distribución se realizaba por toda Asturias, aunque su radio de acción «comercial» estaba localizado en Ribadesella y Cangas de Onís. En general, según fuentes policiales, en todo el oriente asturiano.

Los distribuidores, de nacionalidad colombiana, actuaban desde Madrid y Valencia y se encargaban de que el suministro de cocaína fuera constante en la región. El método más frecuente para introducir la droga en Asturias era a través de «correos», que viajaban en autobuses públicos desde estas dos ciudades o en vehículos particulares de la organización. Estos correos, también colombianos, residían habitualmente en Gijón.

Éstos fueron los primeros en ser identificados y detenidos. Tras el arresto de uno de ellos, la Policía se incautó de un paquete con un kilo de cocaína camuflado en el interior de un coche. Los agentes tuvieron que proceder prácticamente a su desguace para poder localizarlo. El siguiente paso fue la detención de los principales suministradores y los distribuidores locales, vinculados al mundo de la hostelería. Entre los arrestados figuran un padre y su hijo, M. A. D., de 53 años, y A. M. D., de 28, según precisaron las mismas fuentes.