El cielo español comenzó a recobrar ayer la calma tras varios días de cancelaciones por la nube procedente del volcán islandés. El aeropuerto valenciano de Manises, el único que quedaba cerrado en la mañana de ayer, reabrió a las ocho, mientras que los que estaban cerrados anteayer por la tarde (La Palma, Fuerteventura, Jerez y Granada) reabrieron a lo largo de la madrugada. En los aeropuertos andaluces fueron cancelados al menos once vuelos, siete en Málaga, tres en Sevilla y uno en Granada. En Baleares se suspendieron otros treinta vuelos a lo largo del día de ayer. En el aeropuerto de Barajas continúan las restricciones para los aterrizajes, aunque debido a fuertes tormentas, por lo que las 46 operaciones a la hora que se desarrollan normalmente se redujeron a 39. Las salidas del aeropuerto madrileño no se vieron afectadas por esta situación que nada tuvo que ver con la nube.