Cudillero, A. M. SERRANO

Un pescador desapareció ayer en Cudillero, a la altura de la playa de la Concha de Artedo, mientras faenaba. Avelino Suárez, de 40 años y residente en Soto del Barco, podría haber sufrido un golpe con alguno de los aparejos o un desvanecimiento mientras trabajaba, lo que provocó su caída al mar.

Dos marineros dieron la voz de alerta sobre las cuatro y media de la madrugada. A esa hora, mientras trabajaban en las cercanías de la piedra La Austera, a tres o cuatro millas del puerto de la villa pixueta, observaron la embarcación de Avelino Suárez, pero sin ocupante. Avelino solía regresar a puerto sobre las once de la noche. «Lo llamamos, pero no contestaba nadie y entonces nos acercamos más al barco. No estaba», explicaba ayer a pie de puerto Francisco Álvarez, un pescador de Cudillero que perdió a su padre en un accidente de mar. Él mismo dirigió el barco de Avelino, «Jara», al puerto de la villa pixueto, donde estaba empadronado y desde donde había partido Avelino la noche anterior.

La familia del pescador fue informada del suceso a las seis de la mañana. Agentes de la Benemérita llamaron a la casa familiar del pescador, que vivía con su madre. Avelino Suárez se ha dedicado toda su vida a la mar y según sus compañeros conocía la zona donde se encontró su embarcación. Ellos no encontraban ayer una explicación a su desaparición. Según el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Salvador Fernández, las condiciones de la mar eran favorables para la pesca cerca del litoral, razón por la que se descarta que Avelino se viera sorprendido por un golpe de mar.

A primera hora de la mañana se iniciaron las labores de rastreo con una embarcación de Salvamento Marítimo de Gijón, que dirigió el operativo hasta última hora de la tarde. En la búsqueda también participó un equipo especial de buceo de la Guardia Civil, Bomberos de Asturias, el helicóptero del 112 con un grupo de rescate a bordo, efectivos de Protección Civil y embarcaciones del puerto de Cudillero, que desde primera hora de la mañana también se sumaron a la búsqueda.

Familiares del desaparecido también exploraban la playa de la Concha de Artedo, en cuyas cercanías fue encontrada la embarcación «Jara». Miguel Suárez y María Covadonga Fuente, tíos de Avelino Suárez, pasearon desde las once de la mañana por la playa, observando los movimientos de las embarcaciones que participaban en el rastreo y del helicóptero. «En casa siempre la decíamos que se dedicara a otra cosa», explicaba su tía entre lamentos.

Pero a Avelino Suárez le gustaba la mar. Aunque su embarcación estaba registrada en la Cofradía de Cudillero, él pertenecía a la de San Juan de la Arena. Incluso había sido vicepresidente durante un tiempo de esta última. La tarde del pasado viernes salió al mar, como un día más, esta vez en busca de salmonetes. Pero no regresó a la hora. «Salía sobre las seis y regresaba a las once», explicaba su tío, Miguel Suárez. Su embarcación fue hallada cerca del litoral, con las luces encendidas y a una hora a la que no solía faenar.

Aunque en un primer momento los pescadores y compañeros de Avelino Suárez no se creían lo que era una realidad, pronto tuvieron que hacerlo. Francisco Álvarez todavía esperaba en el puerto el regreso de su compañero «y también amigo» al mediodía de ayer. No había dormido nada. Él se encargó de gobernar la embarcación «Jara» hasta tierra. El barco permaneció escoltado por otros de su mismo puerto hasta que fue retirado a su zona, donde solía estar siempre. El operativo de búsqueda se retomará hoy.