Madrid, Efe

Una mujer de 52 años de nacionalidad británica murió ayer apuñalada en Fuente El Saz de Jarama (Madrid) supuestamente por su ex pareja, que fue detenido poco después en una localidad próxima. El agresor, español, de 55 años, tenía una orden de alejamiento de la víctima desde julio de 2010. El hombre quebrantó la norma el pasado mes de enero, a pesar de lo cual el caso era considerado de «bajo riesgo». «Ella no le temía», afirmaba ayer la Policía Local, que estuvo el pasado sábado en casa de la víctima. Ese día, según los agentes, la mujer no manifestó ningún temor especial. El arrestado había sido condenado a penas de prisión en dos ocasiones, pero se había suspendido su ejecución sin que se opusiera el ministerio fiscal.

El suceso ocurrió sobre las ocho de la mañana. A esa hora se recibió una llamada en el 112 en la que se alertaba de que una mujer había sido apuñalada en las puertas de su domicilio, una casa ubicada a las afueras de Fuente El Saz, localidad de unos 6.300 habitantes situada 32 kilómetros al noreste de Madrid. Cuando los facultativos del servicio de emergencias llegaron al lugar de los hechos encontraron a la víctima inconsciente en la calle, con «varias heridas incisas bastante profundas en el abdomen» y «en estado muy grave». La mujer fue trasladada en estado crítico al hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, donde falleció poco después de llegar.

La Guardia Civil ha identificado a la víctima como Marilyn Wilson, de 52 años, nacida en el Reino Unido, aunque llevaba al menos 20 años viviendo en Fuente El Saz. Inmediatamente los agentes buscaron a su ex pareja, Vicente S. M., de 57 años, como presunto autor de los hechos, quien ha sido detenido unas horas después en la localidad cercana de Valdetorres del Jarama.

El presunto asesino ya había quebrantado el pasado 25 de enero la orden de alejamiento que se le había impuesto en una condena como responsable de un delito de amenazas en el ámbito familiar. La ahora asesinada denunció los hechos, y el Juzgado impuso al acusado una pena de ocho meses de prisión. La condena fue suspendida en su ejecución durante dos años, a petición de la defensa y sin la oposición del fiscal.