Un joven mata a tiros a 12 personas y hiere a 60 en Denver durante el estreno de «Batman»

Denver / Oviedo,

Agencias / F. VALLINA

Cuando James Holmes entró en la sala 9 de los cines del complejo Century 16 -situado en el barrio de Aurora, a las afueras de la ciudad estadounidense de Denver- ya tenía en su cabeza un guión extremadamente sangriento. Los asistentes al estreno de «El caballero oscuro. La leyenda renace», la última película de la saga «Batman», se lo encontraron frente a la pantalla con una máscara antigás, un casco, cuatro armas de fuego y varias bombas lacrimógenas. Pensaban que se trataba de una estrategia de marketing y que Holmes, de 22 años y natural del estado de Tennessee, se había disfrazado del «malo» de la película para crear ambiente, pero el joven lanzó las bombas, abrió fuego y se desató la masacre. Al menos 12 personas perdieron la vida y más de 60 resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad, antes de que Holmes saliese del complejo por donde había entrado. Pocos minutos después, el joven fue detenido en el aparcamiento del cine. Le incautaron un rifle, un fusil automático y dos pistolas, además de varios botes de gas y el chaleco antibalas.

El estreno de la última entrega de Batman era uno de los acontecimientos más esperados de la temporada de verano en Estados Unidos. Numerosos seguidores de la serie habían acudido disfrazados de los diferentes héroes y villanos de la saga y el autor de la masacre lo aprovechó para pasar desapercibido entre los fanáticos del murciélago justiciero. Varios testigos aseguran que James Holmes vestía de manera similar al antagonista de Batman en la película, un terrorista llamado «Bane», que tiene el rostro cubierto por una máscara y amenaza con detonar una bomba en una metrópoli. «Iba de negro, tenía una escopeta en la mano y un rifle en bandolera. Además llevaba un chaleco antibalas y una máscara antigás», aseguró James Wilburn, que estaba en la segunda fila de butacas cuando comenzó el tiroteo. Wilburn explicó que el joven «arrojó un tubo con contenido lacrimógeno, levantó la escopeta y empezó a disparar». Una vez que agotó el cargador, relató el testigo, «el individuo dejó caer al suelo el arma con calma, tomó el rifle y siguió disparando». James Wilburn mantiene que escuchó «unos 30 disparos» mientras él y sus amigos permanecían escondidos detrás de las butacas.

La nueva película de Batman incluye abundantes efectos especiales de sonido, por lo que, según un testigo citado por la CNN, inicialmente el público no notó que las detonaciones en la sala provenían de disparos reales de arma de fuego. Benjamin Fernandez, citado por la edición digital del «Denver Post», explicó poco después de los hechos que estaba viendo la película cuando escuchó una serie de explosiones. Después pudo ver a la gente salir corriendo y «a numerosas personas cayéndose». Otro testigo, citado por KOA Radio, afirmó haber visto a «un hombre subiendo muy despacio las escaleras y disparando y apuntando a la gente», y a decenas de personas heridas por disparos «en el pecho y en el estómago». Según el canal de noticias 9 News, diez de los fallecidos habrían muerto en el interior de la sala del cine, mientras que los otros dos perecieron camino del hospital a consecuencia de la gravedad de sus heridas. Algunos testigos aseguraron a un reportero de la citada cadena de noticias estadounidense que en el interior del cine había niños, a pesar de que la sesión era la más tardía, la que arranca a medianoche hora local.

Quienes presenciaron lo ocurrido relataron ante las cámaras cómo había gente tendida en el suelo en medio de charcos de sangre. También explicaron que un policía llevaba en brazos a una niña, aparentemente sin vida. Al lugar del tiroteo fueron enviados al menos 250 agentes de los cuerpos de seguridad. La Policía descartó ayer, por el momento, que la matanza tenga alguna conexión terrorista y aseguró que los investigadores sospechan que el presunto autor de los disparos actuó solo. El tiroteo registrado en Denver es el más sangriento desde el año 2007, cuando 33 estudiantes de la Universidad Virginia Tech fueron asesinados por el surcoreano Cho Seung-Hui. Además, el suceso tuvo lugar a tan sólo 20 kilómetros de la masacre del instituto de Columbine, donde en 1999 dos alumnos mataron a 13 personas antes de suicidarse.