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Las localidades leonesas de Lario y Polvoredo despiden al cura asturiano asesinado en Panamá

El sospechoso del crimen es un hombre identificado como Jonathan Wilson Bailey

Las localidades leonesas de Lario y Polvoredo despiden al cura asturiano asesinado en PanamáJosé María Campos / Diario De León

Los vecinos de las localidades leonesas de Lario y Polvoredo se unieron ayer para darle el último adiós al sacerdote Aníbal Gómez, el religioso nacido en León y con fuerte vinculación con Asturias que fue asesinado hace unas semanas en la ciudad panameña de Colón. La homilía tuvo lugar en la iglesia de Lario y estuvo presidida por el obispo de León, Julián López, aunque también participaron varios sacerdotes de la comarca. Los restos del padre Aníbal, que había sido incinerado, llegaron a la iglesia portados por su hermano Tomás y su hermana Amparo. Detrás, el resto de familiares, vecinos de los dos pueblos citados y de toda la comarca.

La urna con las cenizas fue depositada junto al altar y con una fotografía del padre Aníbal. El obispo de León recordó durante su homilía que Aníbal Gómez había salido de León como misionero para realizar su labor evangelizadora y pastoral. También leyó un comunicado firmado por el obispo de la diócesis de Colón, en Panamá, como "homenaje de nuestra diócesis y a la vez como expresión de fraternidad de la fe y en el amor al sacerdocio y particularmente hacia el padre Aníbal". En el texto se repudia el asesinato del presbítero Aníbal Gómez del Blanco, que ha causado un profundo dolor en el seno de la Iglesia y en la diócesis de Colón.

Aunque el padre Aníbal Gómez nació en León, se consideraba asturiano. Así se lo decía a sus amigos y compañeros en Panamá. Profesó en la Orden de los Hermanos Paúles y vivió en Oviedo varios años, donde trabajó en la librería San Pablo, cuando el establecimiento se encontraba en su antigua ubicación de la calle Santa Susana. El religioso, que regresaba a Panamá, donde llevaba veinte años, fue brutalmente asesinado el pasado 30 de octubre. Fue apaleado y cosido a navajazos en la residencia del obispo emérito de Colón y Guna Yala, el pamplonés Carlos María Oriz, fraile claretiano de 84 años, del que Aníbal Gómez era asistente.

Sospechosos

La Policía baraja el robo como móvil del crimen. El cuerpo fue encontrado amordazado y con la cara destrozada por los golpes. La escena fue descubierta por la empleada doméstica de confianza, a la que el padre pidió socorro a gritos. "¡María, auxilio!", exclamó el cura, según la versión de la mujer, que ha declarado que recibió un golpe de los agresores al intentar socorrerlo. Posteriormente, fue detenida, con su marido y una tercera persona, por su supuesta implicación en los hechos. Además, las autoridades de Panamá están buscando a un panameño identificado como Jonathan Wilson Bailey como sospechoso del asesinato del sacerdote.

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