Cuatro personas, dos de ellas menores, resultaron ayer heridas a consecuencia de dos accidentes de tráfico ocurridos sobre las cuatro de la tarde en la carretera A-66, conocida como "Y". El primero de ellos tuvo lugar a la altura de Lugones tras chocar dos camiones y perder uno de ellos la carga. El golpe ocasionó importantes retenciones en la autopista, además de otro accidente a escasos kilómetros del anterior. En esta segunda colisión, se vieron implicados tres vehículos. En uno de ellos viajaba una mujer y dos menores, que fueron trasladados al HUCA. Ambos sucesos se produjeron con pocos minutos de diferencia.

El pánico se instaló en la "Y" sobre las cuatro menos cuarto de la tarde. Dos camiones chocaron a la altura del kilómetro 23, coincidiendo con la salida a Lugones y a Posada de Llanera. El incidente originó largas retenciones, pues esa salida es de las más concurridas de la A-66 al situarse en las inmediaciones un centro comercial. Uno de los conductores implicados en el incidente resultó herido. Pocos minutos después, cuando la caravana ya era kilométrica, un nuevo accidente volvió a sacudir la autopista, acentuando aún más las retenciones. En esta ocasión, una colisión entre tres vehículos a la altura del punto kilométrico 21, sentido Gijón. Tres personas, una mujer de 72 años y dos menores, sufrieron heridas leves. La mujer, además, tuvo que ser excarcelada de su turismo por los bomberos, que emplearon una tabla de rescate.

A ello hay que unir otro suceso, ocurrido en la misma carretera sobre las once y media de la mañana. Un coche ardió por causas que todavía se desconocen y provocó un colapso durante minutos en el carril lento del kilómetro 16 de la vía.

Por su parte, en Ribadesella, el choque frontal de un vehículo contra un muro dejó dos heridos, que fueron trasladados al hospital Grande- Covián, en Arriondas, con pronóstico reservado. El turismo se empotró contra la pared a la altura del barrio de El Cobayu a la entrada de la población. En el suceso intervinieron, entre otros, efectivos de la Policía Local riosellana y voluntarios de la agrupación de Protección Civil.