Sergio Morate, sospechoso del doble crimen de las jóvenes de Cuenca, pasó ayer un reconocimiento médico en el Instituto de Medicina Legal de Timisoara, en el oeste de Rumanía, a petición de las autoridades judiciales españolas, según indicó su abogada Claudia Candea. En el reconocimiento no se hallaron lesiones que evidenciasen una defensa o lucha por parte de sus víctimas.

La letrada precisó que Morate, que estuvo sometido al control médico durante media hora, carece de cualquier lesión, aunque muestra una cicatriz en una pierna que parece antigua. Candea indicó que esperaba una llamada de Morate para que le confirmase si recurrirá su extradición a España, autorizada por un juez rumano el pasado lunes. El preso conquense tiene de plazo hasta mañana viernes para recurrir.

En cuanto al vehículo del sospechoso, que será entregado a las autoridades españolas, el juez mandó que se precintara a la espera de que la policía española viaje a Rumanía para decidir si se analiza el coche en Lugoj o se traslada a España. Candea estimó probable que el traslado de Morate sea simultáneo al del automóvil.

En Madrid, el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, informó a la prensa de que agentes españoles llegarán a Rumanía para colaborar con sus colegas rumanos en el caso y avanzar en la investigación sobre el vehículo del sospechoso, un Seat Ibiza verde. Los agentes están interesados en conocer si se desplazó alguna persona con Morate desde España hasta Rumanía, puesto que podría haber tenido algún tipo de participación en el crimen.