La Policía ha desarticulado una banda especializada en robar chalés, en ocasiones cuando había dentro inquilinos con los que no dudaban en ejercer la violencia. Por el momento se les imputan en Asturias, Navarra y Guipúzcoa.

Las investigaciones se han saldado de momento con cuatro detenidos, tres de ellos albaneses. Según explicó la Dirección General de la Policía en un comunicado, de momento han sido detenidos cuatro hombres, tres de ellos albaneses, que supuestamente habían alquilado pisos en la cornisa cantábrica durante un mes para desplazarse desde allí a otras localidades para cometer los robos.

Aunque por el momento se les imputan cinco asaltos en Asturias, Navarra y Guipúzcoa -de los que no han trascendido más datos-, se les relaciona con un gran número de robos realizados desde el pasado noviembre en toda la cornisa cantábrica.

Algunos de los robos los cometían con los moradores en el interior de las viviendas y no dudaban en utilizar la violencia. Llegaron incluso a causar graves lesiones a dos perros que defendían una de las casas asaltadas.

En sus desplazamientos adoptaban fuertes medidas de seguridad para evitar se descubiertos por la Policía, llegando a conducir 400 kilómetros al día y ejerciendo contravigilancias.

La investigación comenzó cuando la Policía supo que en Valencia se había asentado un grupo especializado en robos en viviendas, tras lo que los agentes identificaron a un ciudadano albanés que presuntamente colaboraba de forma estrecha con diferentes organizaciones de este tipo.

Avanzada la operación, los agentes averiguaron que el grupo, asentado en Valencia, no actuaba en dicha provincia sino que sus miembros se desplazaban al norte de España para cometer los robos. Solían permanecer en la ciudad en la que delinquían de siete a diez días y después regresaban a Valencia.