Hace ahora justo un año que otro montañero, un madrileño de 48 años, murió al despeñarse en el Torrecerredo, en aquel caso mientras ascendía. El hombre había pasado la noche anterior en el refugio del Jou de los Cabrones, desde donde se desplazó el 3 de agosto de 2015 para realizar la ruta del "techo" de los Picos de Europa, con 2.648 metros de altitud. El montañero se desvió del camino habitual y se precipitó al vacío desde unos veinte metros de altura. No llevaba cuerdas, arnés ni casco, por lo que los golpes que sufrió durante la caída le provocaron la muerte prácticamente en el acto. También en los Picos de Europa, el pasado mes de junio, un montañero de 30 años tuvo que ser rescatado por el Grupo de Rescate de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), a bordo del helicóptero, tras quedar enriscado cuando se encontraba practicando escalada en el concejo de Cabrales. Todo quedó en un susto, pues el hombre no resultó herido. Pero este año hubo peores desenlaces. El pasado 1 de julio fue hallado muerto un hombre de 43 años en la senda Les Merines, en los Picos de Europa, y el 8 de julio, una mujer australiana resultó muy grave al caer veinte metros por una ladera rocosa en la cara sur del collado de Trasmacondiu.