El montañero cuyo cuerpo fue recuperado el pasado martes en la ruta del Cares por agentes del Greim de Sabero (León) es un vecino de Grado, Miguel García Meléndez, de 58 años de edad. El fallecido, natural de Bilbao, no llevaba documentación cuando sufrió el accidente que le costó la vida, lo que dificultó un tanto su identificación. Todo indica que el montañero salió solo para hacer una ruta en la zona del Cares y que pudo perderse. Al parecer, se quedó sin agua y sin comida. Al tratar de buscar una salida de la zona en que se encontraba, se despeñó por un desnivel de unos 70 metros y luego cayó a una ladera de canto rodado de 200 metros de altura. El fallecimiento se produjo a causa los traumatismos sufridos en la caída.

El cadáver fue avistado por otro montañero que avisó a las fuerzas de seguridad, que se desplazaron a bordo de un helicóptero. El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) levantó el cadáver y lo trasladó a Caín de Valdeón. Desde allí fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de León en un helicóptero del servicio de emergencias.

El coche del infortunado, un Skoda Octavia, fue localizado por agentes de la Guardia Civil en la localidad de Poncebos, en Cabrales, punto desde el que se inician, en la vertiente asturiana, las excursiones por la ruta del Cares. Los agentes comprobaron que las huellas del vehículo se correspondían con las del fallecido, lo que dio lugar a su identificación.

Miguel García Meléndez llevaba desde hace seis años viviendo en el barrio de La Flor (Grado), aunque no era conocido entre sus vecinos. No se prodigaba por la villa ni mantenía estrecha relación con ningún moscón. Tampoco le vieron nunca con familiares o amigos. De hecho, la noticia de la aparición del cuerpo de García pasó desapercibida entre sus vecinos y nadie había notado su falta.