Un hombre falleció en la tarde de ayer tras ser arrollado por un camión que salía de un taller en la localidad sierense de Granda. El finado, que respondía a las iniciales G. A. A. C., fue arrollado cuando presuntamente caminaba por el arcén de la N-634. Según las últimas personas que le vieron con vida, éste presentaba claros síntomas de embriaguez. Tanto es así, que un hostelero llegó a llamarle un taxi para evitar que saliese a la calzada o cogiese un coche en ese estado. La buena voluntad del empresario no pudo evitar que el difunto emprendiese a pie el que fue el camino hacia su muerte.

Los hechos tuvieron lugar a las 19.15 horas. Momentos antes, G. A. A. C. entró al bar Cuqui, en la avenida Conde de la Sierra de la localidad, y pidió una consumición alcohólica. Dado los síntomas de embriaguez que aparentaba el hombre, el propietario del establecimiento decidió no servirle y optó por llamar un taxi para que lo recogiese.

"Llamé el taxi y lo senté en la terraza a esperarlo. Cuando a los cinco minutos llegó el coche salí para meterlo en su interior, pero ya no estaba y nadie le había visto", relata Kike Molina, propietario del establecimiento, quien a última hora de la tarde de ayer no dejaba de lamentar lo ocurrido. "Si no hubiese tenido tanta gente le habría vigilado más de cerca, pero tenía el bar lleno y no me esperaba este desenlace", explica sobre víctima, "una cara familiar, pero no cliente habitual" de su negocio.

La siguiente noticia que se tuvo de aquel cliente que esperaban la puerta del bar ya fue la fatídica. A las 19.15 horas miembros del 112 recibieron el aviso de un atropello en el punto kilométrico 398 de la N-634. Un camión que salía de la nave de Arquiveca (Iveco) presuntamente había atropellado a una persona que estaba en el arcén. Los médicos poco más pudieron hacer que certificar su fallecimiento a las 19.30 horas. Ahora el caso está en manos de la Guardia Civil.