La operación contra la trata de blancas llevada a cabo por la Policía en Oviedo se ha saldado por el momento con siete arrestos de personas pertenecientes al clan rumano de los Sandulache, cuyos líderes, dos hermanos, serán juzgados en febrero en el mayor juicio contra la explotación de mujeres de Asturias. A los implicados, dos de ellos de apenas 18 años de edad, se les imputan los delitos de organización criminal, trata de seres humanos, agresión sexual, prostitución y tráfico de drogas.

No obstante, la operación no ha permitido a los agentes incautarse de grandes cantidades de droga, apenas unos gramos de cocaína, ni de cantidades de dinero importantes, pese a que se sospecha que el clan llegó a manejar dos millones y medio de euros de beneficios.

Los acusados captaban a las jóvenes en su país. Iniciaban una relación sentimental y viajaban con ellos a España, donde llegaba la cruda realidad: las chicas eran sometidas a un régimen muy severo de control, con frecuentes agresiones físicas y violaciones. Las mujeres eran llevadas a clubes de alterne controlados por el grupo (se habla de varios) y donde eran obligadas a prostituirse. Cinco de los detenidos quedaron en libertad con cargos tras declarar ante la jueza Begoña Fernández. Los dos hermanos Sandulache ingresaron en prisión.