La pensión alimenticia no es sólo cosa de los progenitores, sino que también puede ser de los abuelos. El año pasado, unos abuelos de Langreo fueron condenados a pasar una pensión de 200 euros a sus dos nietos ante la precariedad económica en la que vivían, al estar su padre -hijo de los condenados- en prisión y su madre en el paro desde hace años y cobrando una ayuda exigua. Esta sentencia de la Audiencia Provincial de Oviedo fue la segunda de estas características que se produjo en Asturias, y fue el resultado del recurso interpuesto en contra de la posición de la Fiscalía y de una sentencia previa del Juzgado de Primera Instancia 1 de Langreo.

Según constaba en la sentencia, los progenitores de los menores, de cinco y nueve años, estaban divorciados desde 2015 y el padre debería de aportar una pensión alimenticia mensual de 200 euros a cada uno de sus hijos, pero no lo hacía.