Una elaborada operación combinada a nivel nacional entre agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón y una unidad de Madrid permitió ayer dar caza a una banda itinerante de butroneros, formada por seis personas de nacionalidad española, cuando estaban cometiendo un robo en la joyería Canteli, sita en la calle Roncal, en el barrio de Pumarín.

Los ladrones fueron pillados in fraganti en el interior del local por miembros de la Benemérita, que llevaban siguiendo los pasos de la banda al menos desde principios de semana. Sin embargo, la intención del instituto armado era la de darles caza en pleno robo, como finalmente ocurrió ayer.

Un espectacular dispositivo de la Guardia Civil, cuyos miembros iban fuertemente armados, se desplegó en la calle Roncal, obligando a cortarla.Todo ello creó una gran expectación entre paseantes y vecinos, a los que se conminó a ocultarse en sus domicilios, ante la posible peligrosidad de la actuación.

Fue minutos antes de las nueve de la noche cuando los seis miembros de la banda accedieron, forzando la cerradura, a un comercio de la calle Roncal anexo a la joyería. Fue desde este establecimiento desde donde realizaron hasta dos butrones para acceder a la joyería anexa. Todo apunta a que se trata de una banda con experiencia en situaciones similares, que podría haber realizado otros robos de este tipo en distintos puntos de la geografía española. De hecho, los cacos se preocuparon en recolocar parte del mobiliario del comercio desde el que accedieron para tapar de la vista pública los butrones.

Cuando la Guardia Civil les dio caza en el interior del local, donde se intentaron atrincherar aun cuando no iban armados, ya habían logrado realizar un agujero en la cámara de seguridad de la joyería, donde se guardan las piezas de mayor valor.

La dueña del establecimiento joyero, María Ángeles Rodríguez, que se encontraba muy nerviosa por lo sucedido, desconocía en el día de ayer el valor de las piezas que la banda pretendía sustraer.

Tras casi una hora de operativo, con gran tensión entre la muchedumbre que se agolpaba en las aceras cercanas, fue al filo de las diez de la noche cuando la Benemérita consiguió finalmente detener a los seis miembros de la banda, a los que introdujeron en un furgón rumbo a dependencias policiales, bajo gritos de "chorizos" y "sinvergüenzas". Pasarán a disposición judicial en un máximo de 72 horas.