El primer semestre del año acabó con 539 fallecidos en accidente de tráfico en las carreteras interurbanas, lo que supone 11 menos (una reducción del 2 por ciento) que en el mismo periodo de 2017, cuando murieron 550 personas.

Según datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT), el mes de junio se cerró con 114 personas fallecidas en siniestros ocurridos en esas vías, frente a los 123 del mismo mes del año pasado, es decir, nueve menos.

La siniestralidad vial subió en enero, cuando perdieron la vida en accidente 90 personas, 16 más que en 2017. Otro mes con malos datos fue mayo, que con 94 fallecidos registró un aumento de 10 muertos.