La Policía Nacional detuvo en Madrid a 19 personas (entre ellas un condenado por financiar los atentados del 11-S) que clonaban tarjetas de crédito con las que intentaron defraudar cinco millones de euros en cajeros automáticos y establecimientos comerciales. Finalmente consiguieron estafar medio millón. La organización tenía Terminales de Punto de Venta (TPV) inalámbricos.