Demasiadas copas encima y al volante. Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico con base en Luarca sorprendió el lunes de esta semana a un conductor circulando por la Autovía del Cantábrico con ocho veces la tasa de alcohol permitida para estos profesionales. Fue fácil saber que algo no iba bien: el camionero circulaba dando bandazos de izquierda a derecha por la autovía. No hubo un accidente de milagro. Después de este caso, la patronal del transporte ha insistido en la necesidad de que las empresas puedan realizar controles de alcoholemia o drogas a sus empleados, bien directamente o a través de las mutuas. Y es que, aunque casos como el del camionero sorprendido en Cudillero son "excepcionales", en palabras de Ovidio de la Roza, presidente de Asetra, los controles evitarían muchas situaciones de este tipo.

Eran las once y media de la noche del lunes. A la altura del kilométrico 441 de la Autovía del Cantábrico, en el concejo de Cudillero, una patrulla de agentes de Tráfico observó cómo un camión no dejaba de dar bandazos en los carriles, en zigzag, en sentido Galicia. Comenzaron a seguirlo, y tres kilómetros más adelante, a la altura del kilómetro 444, consiguieron darle el alto sin poner en peligro a otros conductores. Al proceder a la identificación del conductor del vehículo articulado, los agentes de Tráfico comprobaron que presentaba claros síntomas de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por lo que se le realizaron las pertinentes pruebas de alcoholemia. El resultado habla por sí mismo: 1,26 miligramo de etanol por litro espirado en la primera prueba y 1,27 miligramos en la segunda, ocho veces la tasa máxima permitida para los conductores de estos vehículos. Al constituir esta acción un delito contra la seguridad vial, los componentes de la Guardia Civil procedieron a inmovilizar el vehículo. El Juzgado de Pravia instruye el caso.

Tras conocer el suceso, Ovidio de la Roza, de Asetra, se mostró contundente: "Llevamos años queriendo implantar controles de alcoholemia a nuestros conductores, bien directamente por las empresas o a través de las mutuas, pero es imposible legalmente. Hay sentencias que nos lo vedan". Para De la Roza, "no cabe duda de que estos casos, que son un peligro, disminuirían". No se mostró tan partidario de instalar sistemas que impidan el arrancado del vehículo en caso de que el conductor haya ingerido alcohol: "Son fácilmente manipulables".