Condujo a su hermana a punta de navaja y en medio de graves amenazas de muerte hasta un piso de la calle Luis Braille de Lugones y allí la agredió sexualmente tras obligarla a desnudarse de cintura para arriba y hacer que se sentase en una cama. La llegada a la vivienda del marido y el sobrino de la mujer, hijo del presunto agresor, evitaron que el hombre consumase la violación. El magistrado Eduardo González Martín-Montalvo, titular del Juzgado de instrucción número 1 de Siero, ratificó anteayer, miércoles, el ingreso en prisión del presunto autor de la agresión sexual, J. A. M. H., de 57 años, un hombre con numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio y también por atentado a la autoridad. Al parecer, el ahora encarcelado carece de antecedentes por delitos sexuales, y es la primera vez que agredía a la víctima, una avilesina de 45 años, cuyos intereses defiende el letrado Pedro Paulino Sánchez.

Los hechos ocurrieron el pasado 11 de diciembre, sobre las ocho de la tarde, según consta en la denuncia presentada por la mujer en la Comisaría de Pola de Siero. La familia se dedica a la chatarra. El hermano de la mujer llamó al marido de ésta para que se acercasen a Lugones, ya que había encontrado a una persona que tenía mucha chatarra y que podía darles "radios antiguas". La pareja se desplazó entonces desde Avilés hasta la casa de su sobrino, en la Venta del Gallo. Allí estaba el joven, junto a su madre. Entonces llegó J. A. M. H., quien insistió en que tenía que ser su hermana la que le acompañase para recoger la chatarra.

Los dos hermanos se marcharon junto al hijo del hombre, dejando al marido de la víctima en la casa. Según ésta, mientras caminaban por una finca aledaña, el hombre empezó a amenazarla. "Me tienes que hacer caso", le dijo. "Si no me haces caso, va a ser peor", añadió, mientras la agarraba de la muñeca. "Aquí llevo un cuchillo, si no me haces caso será peor", continuó diciendo el hombre, haciendo ademán de sacar algo. Entonces, el hombre conminó a su hijo: "Tú te vas", y éste se alejó.

La zona estaba oscura y la mujer se sentó, muy nerviosa. Su hermano, según la denuncia, continuó: "Si te portas bien, no pasará nada". Sacó una navaja y cortó con ella un palo que llevaba en la mano, para añadir: "Mira qué bien corta, pórtate bien". Entonces siguieron caminando por Lugones, hasta la calle Luis Braille, donde residía el hombre. Subieron al piso y el hermano cerró con llave. El hombre se tomó un café y comió algo, mientras su hermana estaba sentada en la cocina. Luego la agarró del brazo y la metió en una habitación mientras le gritaba: "¡Pasa p'aquí!". Allí la situación no hizo más que empeorar. El hombre le ordenó: "Quítate la chaqueta, el jersey, la blusa y siéntate".

Entonces, él se quitó los pantalones y comenzó a manosearla y besarla, mientras le pedía que le tocase a su vez. La mujer no dejó en todo momento de pedirle que la dejara en paz. Fue entonces cuando alguien llamó a la puerta. El hombre se acercó a la mirilla y volvió diciendo a la mujer: "Calla, no digas nada, que es la Policía". Los dos se quedaron en silencio, pero volvieron a llamar. Desde fuera del piso, el marido de la mujer y su sobrino comenzaron a llamarla. El hermano salió del cuarto, pero tropezó y se cayó al suelo. Ella aprovechó para vestirse y salir también hacia la puerta. El hermano dijo entonces: "Tranquila que te vas", y le franqueó la salida.

La mujer acudió esa misma noche al Hospital San Agustín y al día siguiente a la Comisaría a denunciar. El juez dictó el ingreso en prisión y una orden de alejamiento respecto a la mujer y su marido, que al parecer también recibió amenazas. El letrado de la víctima acusará al hermano no sólo por agresión sexual, sino por retención ilegal y amenazas.