La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a quince años de cárcel a un padre que violó a su hija al menos desde los 10 hasta los 15 años.

Los hechos sucedieron en la vivienda familiar entre los años 2011 y 2016. Según explica la sentencia, el padre aprovechaba que la madre vivía en Albacete, donde trabajaba en una casa como empleada del hogar interna, para someter a su hija a tocamientos y forzarla sexualmente.

Esta conducta se repetía entre dos y tres veces por semana, y el condenado atemorizaba a la niña con la idea de que iría al infierno si contaba algo y la amenazaba con hacer daño a su madre. Cuando la víctima creció, comenzó también a emplear la intimidación y la violencia contra ella; le tapaba la boca para impedir que gritara o le golpeaba si intentaba zafarse.

El día que la niña se derrumbó y le contó a su madre la pesadilla que había vivido durante años le dijo: "Imagínate lo peor que le puede hacer un padre a su hija".