La desarticulación de la conocida "banda de los lagares", un grupo criminal al que se le atribuyen más de sesenta delitos violentos cometidos en viviendas por toda España y que actuó en varios chalés y llagares de Gijón y Villaviciosa el pasado verano, ha tranquilizado a sus víctimas asturianas, que todavía siguen sin olvidar lo vivido. "Ahora ya consigo no acordarme de ellos algún día, pero otra vez con este rollo de que si les pillan y salen en los periódicos me vuelvo a acordar de todo y es terrible para mí, tremendo", valora Emilse Palacio, una de las víctimas de este grupo de delincuentes de países del Este de Europa que desvalijó su casa en Villaviciosa tras amenazarla a ella y a su marido de muerte con un destornillador.

Los últimos nueve detenidos por la Guardia Civil, que se suman a los dos arrestados en Gijón el pasado verano tras varios asaltos de viviendas de Les Mariñes, no termina de tranquilizar, no obstante, a sus víctimas. "Ahora, con estas leyes, a los dos días ya están por ahí otra vez y pese a que les han detenido no me fío mucho, no termino de estar tranquila", confiesa Emilse Palacio. De hecho, desvela un temor mayor que la mantiene "muy nerviosa". "Ellos a mi me conocen perfectamente, me tienen localizada, pero yo a ellos no porque en casa entraron encapuchados y solo se les veían los ojos", relata la afectada. En la misma línea se pronuncia su hijo Gustavo Costales, del Llagar Frutos de Villaviciosa. "Hay que esperar a ver cómo son las penas, porque vivimos en un Estado muy garantista, es el debate de siempre, y tendremos que ver hasta qué punto llega la tranquilidad para nosotros", añade Costales en referencia a la cuantía de las penas que les impongan por la presunta comisión de estos delitos.

Investigación abierta

En lo que los afectados tratan de volver a la normalidad, la investigación sigue su curso tanto a nivel judicial como en lo relativo a la Guardia Civil -en el marco de la "operación Carcosa"-, que no descarta identificar y detener a más posibles integrantes de esta banda itinerante criminal -todos tienen entre 18 y 45 años- que acumuló un botín superior a los 200.000 euros desde marco del pasado año. Por el momento son nueve personas las detenidas en esta última fase que se suman a dos individuos arrestados por la Benemérita en Gijón después de que cometiesen cuatro asaltos de diferente intensidad en Quintes y Quintueles.

Tras las detenciones también se registraron seis domicilios donde los investigadores lograron recuperar gran cantidad de las joyas robadas en domicilios repartidos por toda la geografía española. No obstante, los afectados asturianos confirman que "mucho de los que nos robaron no se recuperó". Este grupo de delincuentes daba salida a los artículos robados o bien a través d establecimientos de compra venta de metales y de segunda mano o bien en el mercado ilícito.

Esta banda mantuvo en todos sus asaltos el mismo "modus operandi", que se distinguía por entrar en domicilios habitados para intimidar, amenazas e incluso agredir a los moradores para que les dijesen dónde escondían dinero o les indicasen la ubicación de la caja fuerte.