La erupción del volcán de la Isla Blanca o Whakaari, en el norte de Nueva Zelanda, se ha cobrado ya la vida de seis personas, y otras ocho siguen desaparecidas, según un balance ofrecido por la Policía, que ha descartado que haya señales de vida en la zona. En el momento de la erupción, había en la isla 47 personas, de las cuales la mitad eran australianas. Las autoridades locales también confirmaron la presencia de turistas de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, China y Malasia, así como cinco neozelandeses. Treinta y una personas siguen en el hospital por quemaduras y tres recibieron el alta.