La familia de Aitor, el joven que se encuentra en la uci del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras ser arrollado por un tren de Feve el vehículo en el que viajaba con su pareja, está dispuesta a exigir responsabilidades "y llegar hasta donde haga falta". La madre del accidentado, Marisol Hornero, aseguró ayer que, según el último informe médico, su hijo no tiene dañada ninguna zona vital y que confía en que hoy le puedan empezar a retirar la sedación.

El vehículo en el que viajaban Aitor y su actual pareja fue arrollado por un tren de Feve en un paso a nivel de Belmonte de Pría (Llanes) el pasado miércoles. Según responsables del administrador ferroviario Adif, el sistema del paso a nivel se activó correctamente cuando iba a pasar el convoy, por lo que las señales lumínicas y sonoras alertaron de su llegada al cruce.

Sin embargo, estas explicaciones son insuficientes para la familia del joven accidentado. "Mi hijo tiene 36 años y dos hijas, de 10 y de 7 años. Es una persona responsable y si hubieran funcionado los sistemas de seguridad, él habría parado, no se hubiera lanzado a pasar la vía", aseguró Marisol Hornero.

La madre del joven accidentado asegura que "si ha habido más accidentes en esta zona en los pasos a nivel, supongo que no será porque todo el mundo es irresponsable y no hace caso de las señales". Por eso quiere saber si hay más personas que estén en la misma situación que ellos.

La familia de Aitor llegó procedente de Toledo nada más que se les comunicó el accidente que habían tenido el joven y su pareja, de 24 años, que también permanece ingresada en el HUCA con varias fracturas como resultado del brutal impacto del tren de Feve, que arrastró el vehículo en el que viajaban, un Volkswagen Passat, que fue declarado siniestro total.

"Si existen responsabilidades, alguien tendrá que asumirlas. No me voy a marchar, me lleve el tiempo que me lleve, hasta que esto se aclare", remarcó Marisol Hornero. "Las pruebas indican que no ha sufrido daños en órganos vitales, pero no sabemos las secuelas que le van a quedar a mi hijo, porque tiene dos pequeñas y tengo que pensar en todos ellos. No quiero que esto quede así", incidió.

El severo traumatismo craneoencefálico que padece Aitor hace que los médicos le mantengan sedado, y, según su madre, esperan poder empezar a retirar la sedación hoy "poco a poco, para que no se excite ni se ponga nervioso al despertar".