Visto de nuevo para sentencia y con las partes firmes en sus posturas, de las que no se movieron. El profesor acusado de abusar de forma continuada de un niño de 9 años en el colegio rural La Corolla de Ceceda (Nava) reiteró ayer ante el juez en Oviedo (la sesión fue a puerta cerrada) que su acercamiento al menor no tuvo intencionalidad sexual, según fuentes cercanas al caso.

Frente a esto, tanto la Fiscalía como la acusación particular -que representa el letrado Luis Tuero- mantuvieron sus peticiones de dos años de prisión, cuatro de alejamiento, seis de inhabilitación para trabajar con menores y libertad vigilada durante tres. Además, se pide el pago de 3.000 euros de indemnización por daños morales. El juicio se ha vuelto a repetir después de que la Audiencia Provincial anulase el anterior, en el que el docente resultó absuelto, al entender que las pruebas presentadas no habían sido valoradas lo suficiente.

La sesión se prolongó durante unas cuatro horas a lo largo de la mañana. Tras la misma, la acusación particular reiteró su visión de los hechos: "Las pruebas son contundentes y claras, y así quedó visto en el juicio".

En la Fiscalía también defienden su versión. Según su acusación, el profesor naveto llegó en calidad de interino de Educación Infantil a Ceceda en septiembre de 2015. Dos meses después consta que comenzó a relacionarse con alumnos de entre 6 y 12 años, con los que jugaba y prodigaba besos y abrazos en público.

Esto le hizo ganarse la confianza del menor de 9 años, cuya familia le ha sentado en el banquillo. A este, según la Fiscalía, le atrajo a mantener conversaciones a través de Skype -una plataforma de videollamadas por internet- durante las noches de los fines de semana. El profesor le hablaba de fútbol y del colegio, pero luego también de temas "sexuales inapropiados y alejados de cualquier fin educativo o didáctico" de los que le advirtió de que eran secretos. El niño recibió regalos del acusado (mandos a distancia, un volante, unos pedales para la Play Station y diversos juegos). Así, hasta que la madre del niño se dio cuenta de que el rendimiento escolar había bajado y la caligrafía alterado.

La mujer sospechó del docente y sus regalos hasta que presentó la denuncia en marzo de 2016. Tras llevarlo a juicio y el acusado resultar absuelto, la Audiencia instó a repetir la sesión, ahora vista de nuevo para sentencia.