El hallazgo del cuerpo sin vida de la abuela materna de la niña de 5 años encontrada muerta en un céntrico hotel de Logroño ha añadido más incógnitas al caso. El cadáver de la mujer fue localizado hacia el mediodía en el río Ebro. La Policía había reforzado su búsqueda, ya que había estado con su hija y su nieta en el hotel y su testimonio resultaba primordial para la resolución del caso.

La autopsia practicada a la pequeña Carolina apunta a que la niña, que apareció muerta sobre la cama de la habitación 404, pudo morir por asfixia. Pero estos resultado no son concluyentes. Los definitivos tardarán unas tres semanas, ya que se han derivado pruebas al Instituto de Medicina Legal de Madrid para un segundo examen y se han solicitado diversos análisis al Instituto de Toxicología.

La pequeña Carolina vivía con su padre en Haro, pero estaba pasando unos días con su madre, Adriana Ugueta, según el régimen de visitas que había establecido un juez. La madre tenía que haber devuelto la niña a su padre el sábado, pero no lo hizo, y él lo denunció en la Guardia Civil de Haro.

Abuela, madre e hija llegaron al céntrico hotel logroñés el domingo por la mañana, pero a media tarde la abuela se fue y se quedaron solas Adriana y Carolina. Una de las hipótesis que barajan los investigadores, según medios locales, es que la abuela tratara de evitar la tragedia y que abandonara el hotel con la intención de suicidarse al ver que no podía convencerla.

La autopsia del cuerpo de la abuela permitirá saber a qué hora entró en el agua supuestamente para quitarse la vida. Mientras tanto su hija, la madre de la pequeña, continúa detenida en el hospital, donde ingresó para curarle las heridas que se había ocasionado ella misma antes de intentar tirarse por la ventana de la habitación del hotel. Al parecer la mujer llevaba ya tiempo con tratamiento psiquiátrico.